19 de octubre, 2013 (romereports.com) La violencia llegó a Irak antes que en Siria o Egipto, tras la caída de Sadam Hussein. La etapa de la dictadura fue sustituida por un período de continuos enfrentamientos sectarios e inestabilidad. Para los cristianos, el sufrimiento está a la orden del día.
Louis Raphael I Sako
Patriarca caldeo de Babilonia
“A los cristianos se les educa para vivir en paz y libertad, y cuando no hay ni paz ni libertad se van buscando un refugio en donde educar a sus hijos y poder vivir su fe”.
Los números de la centenaria Iglesia católica caldea muestran por sí mismos el deterioro de la situación. Según sus cifras, en 1987 tenía 1,2 millones de seguidores mientras que hoy en día sólo quedan 500.000 y la cifra continúa disminuyendo.
Louis Raphael I Sako
Chaldean Patriarch of Babylon
“La mayoría se fue y ahora nos sentimos muy vulnerables. Pero todavía esperamos que la situación cambie y vuelva la seguridad y la estabilidad”.
Mientras tanto, el patriarca Louis Sako dice que su Iglesia y las otras pequeñas congregaciones de Oriente Medio deben valerse por sí mismas.
Recientemente el patriarca ha dialogado con su homólogo ortodoxo, el patriarca de la Iglesia Asiria de Oriente, Mar Dinkha IV y le ha propuesto unirse, ya que ambas hunden sus raíces en Irak. De esta forma los ortodoxos entrarían en comunión con Roma.
Louis Raphael I Sako
Chaldean Patriarch of Babylon
“Permaneciendo aislados somos incapaces de hacer nada. Pero si nos unimos nos convertiremos en una Iglesia más unida y tendremos más influencia”.
El Patriarca Sako apoya la creación de un grupo de presión cristiano que analice la solución y estudie medidas para sobrevivir a la actual crisis. Piensa que la cooperación entre ambas Iglesias es necesaria para la supervivencia.
El Patriarca Asirio, por su parte, está a favor de avanzar en el diálogo, aunque hablar de fusión es precipitado a corto plazo.
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