Hoy nos preguntamos: ¿cuál es el fundamento de la
construcción de la paz? Éste consiste en el origen divino del hombre, de la
sociedad y de la autoridad misma, que compromete a los individuos, las
familias, los diversos grupos sociales y los Estados a vivir relaciones de
justicia y solidaridad.
Es tarea de todos los hombres construir la paz, a ejemplo
de Jesucristo, a través de estos dos caminos: promover y practicar la justicia,
con verdad y amor; contribuir, cada uno según sus posibilidades, al desarrollo
humano integral, según la lógica de la solidaridad. No puede haber verdadera
paz y armonía si no trabajamos por una sociedad más justa y solidaria, si no
superamos egoísmos, si no respetamos siempre el valor de la persona, la
dignidad de cada ser humano.
—Sobre las materias políticas, económicas y sociales no es
el dogma el que indica las soluciones prácticas, sino más bien lo son el
diálogo, la escucha, la paciencia, el respeto del otro, la sinceridad y también
la disponibilidad a revisar la propia opinión.
Fuente: master·evangeli.net
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