En una fecha como la de hoy (4 de Octubre), Fiesta de San Francisco de Asís, no podemos dejar de reflexionar sobre el gran legado del Santo de Asís:
el don precioso de la Paz. Constatar la realidad de violencia que se vive en
varias regiones del planeta llevó al Papa Francisco a exclamar: “Nunca podremos
resignarnos al dolor de pueblos enteros, que viven como rehenes de la guerra,
la pobreza y la explotación. No podemos presenciar impotentes e indiferentes la
tragedia de los niños, las familias y los ancianos, afectados por la violencia.
No podemos permitir que el terrorismo encarcele el corazón de unos pocos
violentos para sembrar la muerte y el dolor de tanta gente. No puede haber
ninguna justificación religiosa de la violencia”.
En efecto, construir la paz es responsabilidad de todos.
Pero, no se puede construir la paz sin la justicia, el perdón y el diálogo: “un
diálogo tenaz, paciente, fuerte, inteligente, para el que nada se pierde”. En
ese sentido añade el Santo Padre: “Cada uno de nosotros está llamado a ser un
artesano de la paz, uniendo y no dividiendo, extinguiendo el odio y no
conservándolo, abriendo canales de diálogo y no erigiendo nuevos muros! Es
urgente dialogar, reunirse para establecer en el mundo la cultura del diálogo,
la cultura del encuentro”.
Que Francisco de Asís, el santo de la paz y la bondad, nos
enseñe a superar la violencia y la dureza de corazón por los caminos de la
humildad, la conversión y el esfuerzo sincero para construir un mundo de
hermanos que se saben escuchar, comprender, exigir y perdonar.
P. Guillermo Inca Pereda OSJ
Secretario Adjunto CEP
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