9 de septiembre, 2013 (romereports.com) Unas 100.000 personas rezaron por la paz junto al Papa Francisco durante la vigilia del sábado. El mismo número de personas que han fallecido durante estos dos años y medio de violencia en Siria. Entre la multitud que se reunió en la plaza de San Pedro había también no cristianos, que acudieron para condenar la violencia y expresar su deseo de una solución pacífica.
Imán Yahya Pallavicini
Vicepresidente, Comunidad Musulmana de Italia
“Es un deber religioso, estando en Roma y siendo un musulmán de Occidente, intentar crear puentes, participar en todas estos eventos que pueden mostrar la verdadera realidad de la espiritualidad y el sentido profundo de la vida”.
Durante la ceremonia estuvieron de rodillas líderes musulmanes junto a católicos y otros cristianos, mientras el Papa Francisco definía la guerra como una derrota de la humanidad.
Además de musulmanes, participaron hinduistas que también dejaron patente que unían su voz al clamor general para pedir la paz.
Ananta
Hare Krishna Center (Italia)
“El milagro es que aquí estemos todo tipo de personas: hindúes, musulmanes, cristianos, budistas, ateos, materialistas, eso ya es un éxito. Esto se ha convertido en un momento de paz”.
Todos se hacen eco del llamamiento del Papa a cuidar unos de otros. Pero añaden que los hombres deben proteger a todos los seres vivos, incluyendo plantas y animales, para vivir en paz.
Los ciudadanos sirios, acogieron emocionados estas muestras de solidaridad. Participaron en el acto con la esperanza de que el mensaje del Papa llegue a todo el mundo.
Tamam
“Los civiles en Siria, los que no participan en los combates por las calles, están delante de su televisor, esperando la noticia de que la vida volverá a la normalidad”.
Ahmed
“Espero que todo el mundo escuche las palabras del Papa. En este momento, me siento avergonzado de ser musulmán. Me siento avergonzado de que los musulmanes, las grandes potencias musulmanas, quieran atacar Siria. Y vemos que el Papa está en contra de eso. Gracias al Papa”.
Todavía no está claro si los líderes mundiales reaccionarán al clamor del Papa. Pero varias religiones se han unido, con la esperanza de que resuene con fuerza, llamando a la moderación y el diálogo pacífico, y poner fin a una guerra sangrienta. Ahora toca a los políticos descubrir que la violencia no se resuelve con violencia.
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