16 de septiembre, 2013 (romereports.com) El lunes por la mañana el Papa Francisco acudió a la basílica de San Juan de Letrán en Roma para encontrarse con los sacerdotes de la diócesis de la ciudad.
Le esperaban en la entrada de la basílica y le recibieron con este fuerte aplauso.
En una atmósfera distendida, el Papa afrontó las alegrías y pruebas del sacerdocio. Puso como ejemplo el periodo en que Juan el Bautista estaba en la cárcel.
Papa Francisco
“Le rodeaban las sombras de la duda. La misma persona que había dicho 'Este es el Hijo de Dios que quita los pecados del mundo. He visto cómo el Espíritu Santo descendía sobre Él'. Estaba seguro de eso entonces, pero en ese momento no entendía nada. Está en medio de la oscuridad de la cárcel, de su corazón y de su alma”.
El Papa respondió a varias preguntas de los sacerdotes y contó anécdotas personales. Dijo que le conmovió mucho la carta en la que un sacerdote anciano compartía su fatiga y cansancio. El Papa añadió que le recordaba a la encíclica de Juan Pablo II 'Redemptoris Mater' o 'Madre del Redentor', porque la Virgen María también sentía cansancio.
Papa Francisco
“Su cansancio procedía de ver todo a lo que Jesús debía enfrentarse, de intentar comprenderlo con la Palabra de Dios. Pero todo parecía ser lo contrario de lo que había prometido”.
El encuentro en San Juan de Letrán es simbólico. Esta Basílica es la catedral de la diócesis de Roma, de la que el Papa, como Obispo de Roma, es cabeza.
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