Lectura del santo evangelio según san Mateo
19,27-29
En
aquel tiempo, dijo Pedro a Jesús: «Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido; ¿qué nos va a tocar?»
Jesús
les dijo: «Os aseguro: cuando llegue la renovación, y el Hijo del hombre se
siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido,
os sentaréis en doce tronos para regir a las doce tribus de Israel. El que por
mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, mujer, hijos o tierras,
recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna.»
Reflexión del Evangelio de hoy
El
Señor es escudo para el de conducta intachable
En el
libro de los Proverbios, vemos como un padre va exhortando a su hijo para que
busque la sabiduría y preste atención a la prudencia, con el fin de que
comprenda que es el Señor quien da la sensatez, es el que concede inteligencia
y saber, y protege a los que su conducta es irreprochable.
Son
una serie de consejos que imparte a su hijo para que se convierta en hombre de
recto proceder, prudente en sus actos e inteligente en sus aseveraciones, pues
así llegará al conocimiento de Dios, y podrá comprender la justicia y el
derecho, comportándose honradamente con los demás.
El
ímpetu en las actuaciones no es del todo bueno, pues, en ocasiones, nos hace
actuar como personas imprudentes y atolondradas, por lo tanto hay que tener
siempre presente la prudencia y la sensatez, sabiendo que así actuamos conforme
a la voluntad de Dios; no ser cobardes por miedo a lo que suceda, sino, valorar
el alcance de nuestros actos sopesando, siempre, lo que pueda repercutir en los
demás.
Como
nos recuerda el salmista en el salmo 33: “Guarda tu lengua del mal, tus labios
de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras
ella”.
Nosotros
lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué nos va a tocar?
En el
evangelio de Mateo, después del episodio del joven rico que cumple la Ley del
Señor, pero que, cuando se le pide que venda todo lo que tiene, de el dinero a
los pobres y le siga, es incapaz de entregarse al seguimiento sin
condicionantes y se retira, entonces Pedro pregunta a Jesús que, ellos que lo
habían dejado todo por Él y su Evangelio, que recompensa iban a tener.
Parece
que Pedro está intentando un “trueque” Nosotros lo dejamos todo por Ti,
pero Tú ¿qué nos das a cambio?
El
seguimiento que nos pide Jesús, no es a cambio de nada, sí que es verdad que,
si nos entregamos en alma y cuerpo a vivir por y para los demás, heredaremos la
vida eterna, pero eso no es un salario a cambio de que nos comportemos como el
Señor quiere. Tenemos que transformar nuestra vida, para dedicarla al servicio
de los demás; los afanes de este mundo son cosas perecederas que no nos darán
la felicidad plena.
San
Benito, al que hoy celebramos, comprendió perfectamente, cuál era el
seguimiento total de Cristo y, así lo vivió y lo transmitió a sus monjes por
medio de la Regla que tantos han seguido hasta ahora. Su lema “Ora et labora”
es un claro ejemplo para nuestra vida, en la que la oración y la contemplación
tienen un espacio importante, pero, así mismo, lo tiene el trabajo en pro de la
comunidad.
Las
enseñanzas de San Benito han servido, y lo siguen haciendo, como programa de
vida para muchos monjes, que han recibido, como su fundador, cien veces más y
la vida eterna.
No
nos aferremos a las cosas perecederas de este mundo, transformémonos para
conseguir vivir y trabajar en beneficio de aquellos que nos rodean y, sobre
todo, los más necesitados, no solo materialmente, sino también anímicamente.
¿Es
la prudencia la guía de nuestros actos?
¿Nos
aferramos a los bienes materiales que nos hacen olvidar el ayudar a los demás?
¿Es
la oración parte fundamental de nuestra vida?
D. José Vicente
Vila Castellar, OP
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)
Fraternidad Laical Dominicana Torrent (Valencia)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/11-7-2018/
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