sábado, 7 de julio de 2018

Evangelio del día, 07-07-2018 (Decimotercera Semana del Tiempo Ordinario, Año Par)


Lectura del santo evangelio según san Mateo 9,14-17
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: «¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?»
Jesús les dijo: «¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán. Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor. Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos, porque revientan los odres; se derrama el vino, y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos, y así las dos cosas se conservan.»

Reflexión del Evangelio de hoy
Los montes manarán vino, y fluirán los collados
Amós era pastor y con sencillez utiliza las imágenes de un hombre de campo. Nos encontramos con el último capítulo del libro de este Profeta, que ha sido ante todo un “profeta de desdichas” que invitaba a la conversión; para reparar, restaurar, reconstruir. Aunque las catástrofes que anunciaba tenían como fin convertir al pueblo, es sabido que sucedieron. Pero estos últimos versículos que leemos muestran las promesas del futuro: restaurar el reino davídico (vv. 11-12), prosperar en lo material (vv. 13-14), ocupar la patria (v. 15).
Para él, es un sueño, la imagen de las montañas que destilan vino y que las colinas se derriten; para nosotros es una invitación a la esperanza.
El Salmo que nos presenta la liturgia promete a los repatriados la paz mesiánica anunciada por los profetas. El Salmista escucha al Señor que nos avisa la conversión del corazón, el anuncio de la paz; escuchemos lo que Dios nos tiene preparado como pueblo suyo y amigos que somos de Él. Los atributos divinos personificados vienen a instaurar el reinado de Dios en la tierra y en nuestros corazones.
La vida es una cita de amor
Se nos presentan estos versículos (14-15) del Evangelio según San Mateo, con una discusión sobre el ayuno, aunque es un claro anuncio de la muerte de Jesús. Se habla de los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que practicaban ayunos por propia iniciativa para apresurar con su piedad la venida del Reino; pero Jesús nos trae una nueva realidad y el comportamiento de sus discípulos resulta escandaloso  para los otros. El tiempo de Jesús es un tiempo de felicidad porque Dios se ha desposado con la humanidad y nos invita a festejar ese gran acontecimiento. La parábola del vino nuevo (9, 16-17) la encontramos en Mateo después de su elección como discípulo (9, 9); habla de la relación entre las enseñanzas de Jesús y el judaísmo tradicional.
Todo el Antiguo Testamento anuncia el amor de Dios por la humanidad; Jesús es el esposo misterioso que invita a su boda y cuando el novio invita a sus amigos a su boda, ellos y ellas van a una fiesta y, es ocasión de gozo y alegría. Vivamos con la presente invitación al “banquete de bodas”, con la certeza de asistir a un lugar privilegiado de encuentro con el Señor, donde pondremos el vino nuevo en odres nuevos.
La Orden de Predicadores celebra a Benedicto XI, Papá; su nombre de bautismo es Nicola Boccasini, fue dominico (Provincial y Maestro de la Orden, destacando por su inteligencia) y diplomático, Obispo y Cardenal (destacando por su cualidades conciliadores) y, llegó a la Sede de Pedro. Vivió consagrado al Señor, encontrándose fraternalmente con sus hermanos, atento al diálogo y a la escucha. Sea para nosotros ejemplo con su testimonio, ya que su vida fue “una cita de amor” con el Señor.

Monjas Dominicas Contemplativas
Monasterio Stma. Trinidad y Sta. Lucía (Orihuela)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/7-7-2018/

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