La familia, construida sobre la unión de un hombre y una mujer, la “atrocidad”
de los abortos selectivos, saber cómo permanecer enamorado “toda su vida”,
vivir la paciencia incluso en los casos de infidelidad … son los principales
temas que el Papa Francisco ha abordado en el acto, recibiendo en el Vaticano
el Foro de Asociaciones de Familias Italianas, este 16 de junio de 2018.
Dejando de lado su
discurso improvisado, el Papa quiso expresarse “con el corazón”, y animó a
hablar de la familia “con pasión”, incluso si se requiere “coraje”. El amor
conyugal no es “un amor de romance”, es un “amor verdadero”, donde uno aprende
a ser “amantes toda su vida”, a pesar de “los muchos problemas”, dijo.
Más mujer, más hombre, el
desafío
La vida familiar “es un
sacrificio, pero un hermoso sacrificio”, donde el amor se construye “todos los
días”. Es un “desafío”, aseguró el Papa: “¿Cuál es el mayor desafío del hombre?
Hacer que su esposa sea más esposa. Más mujer Que ella crezca como mujer. ¿Y
cuál es el desafío de la mujer? Hacer que su marido sea más hombre”.
En la vida matrimonial, el Papa pidió especialmente “paciencia”: “Cuando no podemos resolver el problema en ese momento, necesitamos esta paciencia del amor que espera”. Y esto en las situaciones variadas: en las crisis, en las disputas donde cuando uno grita, el otro puede “dejar pasar la tormenta en silencio y discutirlo en el momento apropiado”, e incluso en los momentos de “infidelidad”. El Papa dio el ejemplo de “muchas mujeres … que esperaban en silencio … que su marido volviera a ser fiel”. Es la “santidad que perdona todo porque ama”.
En la vida matrimonial, el Papa pidió especialmente “paciencia”: “Cuando no podemos resolver el problema en ese momento, necesitamos esta paciencia del amor que espera”. Y esto en las situaciones variadas: en las crisis, en las disputas donde cuando uno grita, el otro puede “dejar pasar la tormenta en silencio y discutirlo en el momento apropiado”, e incluso en los momentos de “infidelidad”. El Papa dio el ejemplo de “muchas mujeres … que esperaban en silencio … que su marido volviera a ser fiel”. Es la “santidad que perdona todo porque ama”.
Refiriéndose a la
exhortación apostólica Amoris laetitia, afirmó que el “corazón” del documento
era el cuarto capítulo, “la espiritualidad cotidiana de la familia”. Y el Papa
se lamentó: “Algunos han reducido Amoris laetitia a una casuística estéril de
“permiso, prohibido”. ¡No entendieron nada! ”
El matrimonio no es una
lotería
“La familia es una
aventura, una bella aventura”, continuó, “y hoy, lo digo con dolor, vemos que a
menudo pensamos en comenzar una familia y en hacer un matrimonio como si fuera
una lotería: “Entonces si va bien, está bien. Si no funciona, lo anulamos y
comenzaremos nuevamente”.
El Papa se entristeció por
“esta superficialidad de cara al mayor don que ha dado Dios a la humanidad: la
familia … Vosotros sois el ícono de Dios: la familia es el ícono de Dios. El
hombre y la mujer … Es Él quien lo ha dicho y no yo. Y eso es grande, es
sagrado”.
Hoy, continuó, “duele decirlo – se habla de familias ‘diversificadas’ “: varios tipos de familias … Pero la familia humana como imagen de Dios, hombre y mujer, es una sola… Puede suceder que un hombre y una mujer no sean creyentes, pero si se aman y se unen en matrimonio, son la imagen y la semejanza de Dios, aunque no lo crean.
Acoger a los niños como vienen
Hoy, continuó, “duele decirlo – se habla de familias ‘diversificadas’ “: varios tipos de familias … Pero la familia humana como imagen de Dios, hombre y mujer, es una sola… Puede suceder que un hombre y una mujer no sean creyentes, pero si se aman y se unen en matrimonio, son la imagen y la semejanza de Dios, aunque no lo crean.
Acoger a los niños como vienen
Los niños son el mayor
don, insistió el Papa, sin rodeos: “Los niños se acogen como vienen, tal como
Dios los envía, como Dios lo permite, incluso si están enfermos. He oído
decir… que es habitual, en los primeros meses de embarazo, hacer algunas
pruebas, para ver si el niño no está bien o si tiene algún problema … La
primera propuesta en este caso es “¿Lo estamos enviando de vuelta?” El
homicidio de los niños. Y para tener una vida tranquila, eliminamos a un
inocente”.
“En el siglo pasado, todo
el mundo se escandalizó por lo que hicieron los nazis para proteger la pureza
de la raza. Hoy estamos haciendo lo mismo, con guantes blancos”, denunció el
Papa, observando:” ¿Te has preguntado por qué no vemos muchos enanos?”
Finalmente, los animó a jugar con sus hijos: “Una persona adulta … está madura si es capaz de jugar con los niños … perded el tiempo con vuestros hijos, jugad con vuestros hijos. No les digáis, “¡No me molestes!”
Finalmente, los animó a jugar con sus hijos: “Una persona adulta … está madura si es capaz de jugar con los niños … perded el tiempo con vuestros hijos, jugad con vuestros hijos. No les digáis, “¡No me molestes!”
© Traducción ZENIT, Raquel
Anillo
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