28-08-2013 Radio Vaticana
(RV).- (Escuchar audio)
Como los miércoles anteriores durante el verano, el Santo Padre Francisco no celebró esta mañana la tradicional Audiencia General. Sin
embargo, prosigue su actividad pastoral durante todo el mes de agosto. Esta
tarde a las cuatro, en el Altar de la cátedra de la Basílica Vaticana, el
Obispo de Roma recibirá a medio millar de jóvenes en peregrinación desde la
diócesis italiana de Piancenza Bobbio.
Y a las seis de la tarde el Papa se trasladará a la Basílica
de san Agustín, en Campo Marzio de Roma, para presidir, en la memoria litúrgica
de este santo doctor de la Iglesia, la celebración de la Santa Misa de modo
privado, con ocasión de la apertura del 184º Capítulo General de la Orden de los agustinos, hasta mediados de septiembre.
Recordamos que la Orden de San Agustín tiene como padre espiritual al Santo Obispo de Hipona,
fallecido en el año 430, mientras la Orden fue fundada en 1244 para vivir y
promover el espíritu comunitario tal como se lo vivía en las primeras
comunidades cristianas.
Fue Inocencio IV,
en el siglo XIII, quien dio el primer impulso a las diferentes comunidades
eremíticas para que se reunieran en una orden religiosa con las reglas y el
estilo de la vida de San Agustín.
Nuestra emisora ha entrevistado al 96º Prior General de la
Orden de San Agustín, el padre Robert Prevost, que lleva ya en el cargo 12 años
y que está a punto de terminar su segundo mandato.
- Han sido 12 años positivos en lo que se refiere a la
vida de la Orden, gracias a algunas cosas concretas y la apertura a nuevas
misiones. El elemento de diálogo y la colaboración entre los distintos
distritos de la orden han crecido mucho.
- ¿Cómo ha vivido la Orden de San Agustín el inicio del
pontificado de Francisco, un Papa cuya pasión evangélica, su predicación
sugestiva, su carga humana, el deseo de encontrar a todos especialmente a los
pecadores tiene tantos rasgos en común con san Agustín?
- Vemos este nuevo Papa como un gran don para la Iglesia,
de la misma manera en que vivimos el don del pontificado del Papa emérito Benedicto, que ha dado a la Iglesia la enseñanza de San Agustín y lo hizo de
una manera insigne e importante. El nuevo Papa toma algunos elementos del
pontificado de Benedicto XVI con un estilo y un enfoque diferentes y se acerca
al pueblo de Dios siempre con el mensaje del Evangelio. Vive, pues, con su
humanidad, con su proximidad, con su gran amor, esta compasión, esta
misericordia que tantas veces menciona y hace que el Evangelio sea un mensaje
vivo para la gente, para el pueblo. Para nosotros es un regalo, un don, pero
también un gran reto, este nuevo Papa y todo su mensaje.
- En la memoria litúrgica de San Agustín, se abre el
Capítulo General. ¿De qué manera afronta la Orden este momento?
– Elegimos la fecha de la fiesta de San Agustín para abrir
el Capítulo, precisamente por la importancia que San Agustín tiene para la vida
de la Orden y para la vida de la Iglesia. San Agustín es una figura que hoy aún
tiene mucho que decir a los cristianos, a la gente y a todos. Y este mensaje es
algo que también debe guiar y acompañar la reflexión y el trabajo del Capítulo.
Agustín es realmente una figura, como pastor y como teólogo, que tiene mucho
que decir a la Iglesia de hoy.
- Capítulo General, que también está acompañado por las
oraciones del Papa...
- Por supuesto. Hemos recibido varias señales de su
proximidad con nosotros. Hace unas semanas recibimos del cardenal Bertone, y de
la Secretaría de Estado, un mensaje en el que se indicaba este deseo del Papa
de acompañarnos durante el Capítulo General, reconociendo la importancia del
Capítulo para la vida de la Orden, dentro de la Iglesia. Un Capítulo, pues, en
este sentido, que es un acontecimiento eclesial, no sólo para nuestra Orden. Y
estamos agradecidos, nos complace saber que existe este apoyo, esta cercanía
del Santo Padre para con nosotros.
- Hoy, memoria litúrgica de san Agustín, pero ayer memoria
litúrgica de Santa Mónica, madre de san Agustín. ¿Hay también la intercesión de
Santa Mónica en este Capítulo y en estas jornadas?
- Santa Mónica se puede decir que es también nuestra
madre: la figura de Mónica, que con sus oraciones fue capaz de realizar la
conversión de Agustín, siempre a través de la gracia de Dios. Podemos decir que
nosotros, como Orden, queremos ser parte de la vida de la Iglesia y por tanto
Mónica, con su oración, con su amor, con su intercesión acompaña a la Orden en
este sentido.
ER RV
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