miércoles, 28 de agosto de 2013

Aniversario de la Ordenación Episcopal de Mons. Juan Carlos Vera Plasencia MSC [Prelatura de Caravelí]

Miércoles, 28 de agosto de 2013 – Festividad de San Agustín de Hipona
  
Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, que Yo les aliviaré”. “Mi carga es ligera y mi yugo llevadero” (Mateo 11, 25-30)

Estimados hermanos y hermanas,

Hace algunos años, un sacerdote misionero –entregado a su pueblo– recibió el Orden episcopal, plenitud del Orden Sagrado. Eligió como frase de ese día, la cita Bíblica antes mencionada (Mt 11, 25-30), una cita que ha sido prácticamente la línea de su apostolado. Una línea que, va acorde con lo que Cristo y su Iglesia piden, una frase que engloba la misión del cristiano. Nos alegramos sinceramente por el aniversario del ministerio de Mons. Juan Carlos Vera Plasencia MSC, y pedimos a Dios le siga concediendo las gracias que Él más necesita. Sobre todo, que continúe ejerciendo su ministerio, bajo la guía de nuestra madre Santísima la Virgen María. Madre que nos ayuda, a dar el Buen Paso, y que nos custodia siempre abriendo las Puertas de su Corazón.

Vengan a mi todos los que están cansados y agobiados, que Yo les aliviaré


"Vengan a mí… Tenemos que reconocer que estamos de camino, y que el Señor nos llama: Vengan a mí. Una invitación que nos da la oportunidad de ser parte de esta maravillosa obra de salvación, que nos hace partícipe del anuncio del evangelio de la salvación, que una vez más nos hace comprender la urgencia de nuestra respuesta para darlo todo y entregarlo todo.

Todos… Evidentemente Dios se da a la humanidad entera, sin excepción de raza, de lengua, de color, inclusive de Credo. Dios nos ofrece su amor, a todos.

Los que están cansados y agobiados… ¿De que estamos cansados y agobiados? Pues ciertamente en mi humilde opinión diría que, muchos están cansados de vivir, agobiados por los problemas de la vida, cansados de escuchar tantas ideologías, posturas, y radicalismos banales. Agobiados por no encontrar el verdadero sentido a su vida, al quehacer diario, etc. Y vemos inmediatamente, la preocupación del Señor por aliviar nuestra angustia, esa preocupación por dar sentido a nuestra vida.

... Yo les aliviaré" Encontramos la paz interior, y el sentido trascendente a nuestra vida. Damos ese respiro profundo, levantándonos de la caída, y seguimos caminando de la mano del Señor. Encontramos la plena felicidad; sirviendo a Dios y amando al prójimo.

Mi carga es ligera y mi yugo llevadero

"Mi carga es ligera… La cruz de nuestro Señor Jesucristo, no es una carga pesada, de sufrimiento sin sentido. Es más bien es ligera. ¿Saben por qué? Porque Él nos ayuda a llevarla. No pensemos que estamos solos en la dificultad. No creamos que Él se olvide de nosotros, no caigamos en el error de pensar que Él quiere que suframos, no es así. Cristo lleva la cruz con nosotros, hay que sentirlo, hay que orar, hay que tener esperanza, hay que aferrarse, hay que ser uno con Cristo. Recordemos la frase de San Pablo: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí”.

... y mi yugo llevadero" Dios no permite algo que supere nuestras fuerzas, más bien nos invita a dar un paso más, el de fiarse de Él, caminar con Él, confesar, edificar, anunciar. Procuremos dar esa respuesta generosa del Sí de María, del Sí de los santos, del Sí de la Iglesia universal, digamos Sí al Señor, estoy contigo, te serviré y amaré por los siglos de los siglos.

Quisiera terminar haciendo alusión a una frase de San Agustín que, hoy en la Santa Misa el Padre Eusebio nos recordaba, refiriéndose a Mons. Juan Carlos“Para ustedes soy obispo. Con ustedes soy cristiano”. “Vobis sum episcopus; vobiscum sum christianus” (Sermo 340,1).

Querido Mons. Juan Carlos, manifestamos una vez más ese deseo de, querer ser parte de esta misión, de entregarlo todo, de salir de nosotros mismos y dar ese paso tan hermoso de seguir a nuestro Señor Jesucristo. Pero, pero recordando siempre lo que usted nos dice: Tierra caliente, corazón tibio y cabeza fría… Pisando la realidad, manejando bien nuestros afectos y tomando la decisión correcta”.

¡Feliz Aniversario! Un saludo muy especial, de todos sus seminaristas, y de nuestras familias.



Jaime Luis Carrascal Quiroz
Seminarista

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