12-04-2012 L’Osservatore Romano
Hace siete meses Benedicto XVI lo puso al frente de la institución que sostiene las actividades
educativas, caritativas y asistenciales de la Iglesia en Tierra Santa, y en el
consistorio del 18 de febrero lo nombró cardenal. El purpurado estadounidense
Edwin Frederick O'Brien, gran maestre de la Orden ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, en esta entrevista a nuestro periódico habla de la nueva misión
que el Papa le ha encomendado al frente de una realidad que cuenta con más de
28.000 miembros entre caballeros, damas y eclesiásticos, presentes en las 59
lugartenencias en que está articulada en todo el mundo.
«Las más recientes, constituidas en el bienio 2010-2011,
son las de Rusia, África del sur y Venezuela; y se están preparando otras
muchas delegaciones», explica, especificando que en el último decenio la Orden
ha enviado al patriarcado de Jerusalén de los latinos una cantidad de dinero
equivalente a 72 millones de euros, nueve sólo en el año pasado.
«Entre los proyectos que se están llevando a cabo
actualmente —afirma— están la construcción de una iglesia en Aqaba, en
Jordania, y de una escuela superior en Rameh, en Galilea». Pero para el
purpurado de Nueva York el apoyo a los cristianos de Oriente Medio pasa también
por la nueva evangelización y, en este sentido, el Año de la fe convocado por el Pontífice representa una oportunidad
que no se puede desaprovechar.
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