La Basílica de San Marcos es una de las catedrales más
bonitas de Europa y del mundo. Es el fruto de diferentes estilos, y conserva
aspectos tan orientales que pueden dejar atónitos a los turistas por su
particularidad y esplendor. El edificio actual es el resultado de una larga
historia que empieza en el año 828, cuando dos mercaderes robaron el cuerpo de
San Marcos de la Tumba de Alejandría en Egipto y lo trajeron a Venecia para
donárselo al Dux.
Para
acoger los restos del Santo, que nombraron protector de la ciudad, construyeron
una iglesia siguiendo el modelo de la basílica de los Doce Apóstoles de
Constantinopla, que fue destruida el año 976 durante la insurrección del Dux
Candiano IV. Volvieron a construir otra iglesia, que en 1063 sustituyeron por
una tercera más espectacular, para que representara el poder de la próspera
República veneciana, la actual Basílica de San Marcos. Fue construida
respetando el modelo de dos basílicas de la antigua ciudad imperial de Bizancio
(los Santos Apóstoles y Santa Sofía), con una planta central con forma de cruz
griega, con cinco grandes cúpulas y una particular mezcla de arte antiguo y
oriental.
Con el
tiempo, la Basílica sufrió otras modificaciones, sobre todo en cuanto a la
decoración: los arcos góticos apuntados, el arco de Sant’Alipio, las esculturas
y los mosaicos de los siglos XVII y XVIII de la fachada principal, los
bajorrelieves que representan las profesiones y los signos zodiacales del
portón central, los mármoles que provienen de Oriente, las figuras de pórfido
de los Tetrarcas y los caballos de San Marcos. El resultado es una
estupefaciente mezcla de estilos.
La página web oficial [Italiano – English] nos ofrece información
muy completa y detallada, así como, la oportunidad de realizar visitas virtuales, vistas panorámicas, y vistas
en 3D.
Información en Español: Wikipedia.
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