Hoy, oída la "Parábola del sembrador", los
discípulos preguntan al Maestro por su significado. A través de una respuesta
enigmática, les dice por qué habla en parábolas a la gente. En el núcleo de esa
respuesta se encuentran unas palabras casi irónicas, inspiradas en Isaías.
El profeta había "fracasado" porque su mensaje
no era "políticamente correcto". Pero, a través de este mismo
fracaso, sus palabras resultaron eficaces. Es el mismo destino de Jesucristo:
la Cruz, de la cual brota una gran fecundidad. Ahí la "Parábola del
sembrador" es muy ilustrativa. El tiempo de Jesús es el tiempo de la
semilla y de la siembra. Jesús mismo es el grano que, "fracasando" en
la Cruz, morirá dando mucho fruto. Siendo elevado en la Cruz —tal como había
predicho— atraería a todos hacia Él.
—Jesús, contigo el "fracaso" de los profetas
aparece bajo otra luz: tu Cruz es el modo de conseguir que todos los ojos y
oídos se abran a Dios.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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