Hoy, las palabras proféticamente anunciadas y
concretamente cumplidas en Jesucristo —según su propio testimonio— nos hablan
de la necesidad de la gracia (ayuda) de Dios para el bien del hombre. La
Doctrina Social de la Iglesia ha acuñado el concepto de "bien común",
destacándolo como una exigencia moral para el desarrollo de la humanidad.
No hay desarrollo pleno sin el bien espiritual y moral de
las personas, consideradas en su totalidad de alma y cuerpo. A la vez, en una
sociedad en vías de globalización, el bien común y el esfuerzo por él, han de
abarcar necesariamente a toda la familia humana, es decir, a la comunidad de
los pueblos y naciones, dando así forma de unidad y de paz a la "ciudad
del hombre", y haciéndola en cierta medida una anticipación que prefigura
la ciudad de Dios sin barreras.
—Consecuentemente, la Doctrina Social de la Iglesia ha
llegado a definir el "bien común" como el "bien de todo el
hombre para todos los hombres".
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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