Hoy, la genealogía de Jesús según san Mateo (con una clara
estructura teológico-simbólica) trata de perfilar una respuesta a la pregunta
de Pilatos: "¿De dónde eres tú?" (Jn 19,8). Para Mateo hay dos
nombres decisivos para entender el "de dónde" de Jesucristo: Abraham
y David.
Con Abraham —tras la dispersión de la humanidad después de
la torre de Babel— comienza la historia de la promesa. Abraham remite
anticipadamente a lo que está por venir. Él es peregrino hacia la tierra
prometida… Toda su vida apunta hacia adelante, es una dinámica del caminar la
senda de lo que ha de venir. Para Abraham la promesa se refiere en primer
término a su descendencia, pero va más allá: "Con su nombre se bendecirán
todos los pueblos de la tierra" (Gn 18,18).
—En la singular historia que presenta la genealogía, está
presente ya desde el principio la tensión hacia la totalidad: "Haced
discípulos de todos los pueblos" (Mt 28,19). La universalidad de la misión
de Jesús está incluida en su "de dónde".
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de
textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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