miércoles, 10 de diciembre de 2014

Más de 2 mil jóvenes participaron en el Congreso Juvenil Arquidiocesano [Arequipa]


“Hoy clausuramos el Año de la Juventud, pero no cerramos el Año de los Jóvenes, la Misión Joven continúa, hemos deseado que sea el inicio de un tiempo nuevo en nuestra Iglesia en Arequipa para que los jóvenes de nuestras comunidades y movimientos puedan encontrar en nosotros los adultos, el Obispo y los sacerdotes la acogida y la confianza que merecen para ser los protagonistas de la nueva evangelización, fueron las palabras de Monseñor Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa, al culminar la Santa Misa con que se clausuró el Congreso Juvenil Arquidiocesano.


Más de 2 mil jóvenes participaron de esta actividad que incluyo la consagración de los jóvenes al Sagrado Corazón de Jesús. “Ha sido un año realmente estupendo en el que hemos compartido encuentros, visitas a las parroquias donde he podido constatar que están enriquecidos por Cristo, con esa fe que los lleva a la vida eterna que brota en su corazón y su ser, la capacidad y la energía para poder obrar", dijo el Arzobispo a los jóvenes participantes.

En esta misma actividad se realizó la Expocarisma”, en la cual se expusieron las realidades de 32 órdenes e institutos religiosos. “Iniciamos el Año de la Vida Consagrada, pero nos hemos propuesto crear en nuestra Diócesis una Pastoral en la que ustedes jóvenes serán los principales protagonistas y seguiremos saliendo con menos miedo que la primera vez, más confiados en el Señor, esta apertura no cancela el año anterior sino que se une, el protagonismo de los jóvenes y el agradecimiento a Dios por la Vida Consagrada”, manifestó el Prelado.


“El Papa espera de la Vida Consagrada, primero que sea siempre verdad, que donde estén este la alegría mostrando que Dios es capaz de colmar nuestro corazón y hacernos felices sin necesidad de buscarlo en otras cosas, despertar al mundo haciendo presente en el mundo ese amor de Dios, hay una humanidad entera que nos espera”, indicó, recordando que si bien en otras partes del mundo se reducen las vocaciones, en la Arquidiócesis se vive un aumento en la participación en la vida eclesial.

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