Hoy, mientras los Apóstoles "discuten", Jesús se
ofrece. De hecho, en la historia de la humanidad podemos distinguir entre
aquellos que han "pagado menos" por su libertad (sirviéndose
abusivamente de los demás) y aquellos que han "pagado más" por su
libertad" (sirviendo pacientemente a los demás). Dios, infinitamente libre
en Sí, realmente, ha pagado mucho por la libertad de todos.
El hombre que entiende la libertad como el simplemente
hacer lo que quiere, vive en la mentira, pues por su propia naturaleza forma
parte de una "reciprocidad", su libertad es una libertad que debe
compartir con los otros. Tras la pretensión de ser enteramente libre, sin un
"de dónde" y un "para", se esconde no una imagen de Dios,
sino una imagen idolátrica.
—El Dios real es, por su esencia, un total
"Ser-para" (el Padre), "Ser-desde" (el Hijo) y
"Ser-con" (el Espíritu Santo). Ahora bien, el hombre es precisamente
imagen y semejanza de Dios porque el "desde", el "con" y el
"para" constituyen la figura antropológica fundamental.
Fuente: Master·evangeli.net
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