La celebración de la
Confirmación
1297 Un momento importante que precede a la celebración de la
Confirmación, pero que, en cierta manera forma parte de ella, es la
consagración del santo crisma. Es el obispo quien, el Jueves Santo, en el
transcurso de la misa crismal, consagra el santo crisma para toda su diócesis.
En las Iglesias de Oriente, esta consagración está reservada al Patriarca:
La liturgia de Antioquía
expresa así la epíclesis de la consagración del santo crisma (myron): «
[Padre (...) envía tu Espíritu Santo] sobre nosotros y sobre este aceite que
está delante de nosotros y conságralo, de modo que sea para todos los que sean
ungidos y marcados con él, myron santo, myron sacerdotal, myron real, unción de
alegría, vestidura de la luz, manto de salvación, don espiritual, santificación
de las almas y de los cuerpos, dicha imperecedera, sello indeleble, escudo de
la fe y casco terrible contra todas las obras del Adversario» (Pontificale
iuxta ritum Ecclesiae Syrorum Occidentalium id est Antiochiae, Pars I,
Versión latina).
1298 Cuando la Confirmación se celebra separadamente del
Bautismo, como es el caso en el rito romano, la liturgia del sacramento
comienza con la renovación de las promesas del Bautismo y la profesión de fe de
los confirmandos. Así aparece claramente que la Confirmación constituye una
prolongación del Bautismo (cf SC 71).
Cuando es bautizado un adulto, recibe inmediatamente la Confirmación y
participa en la Eucaristía (cf CIC can.866).
1299 En el rito romano, el obispo extiende las manos sobre todos
los confirmandos, gesto que, desde el tiempo de los Apóstoles, es el signo del
don del Espíritu. Y el obispo invoca así la efusión del Espíritu:
«Dios Todopoderoso, Padre
de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo,
a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía
sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de
inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y
de piedad; y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo nuestro
Señor» (Ritual de la Confirmación, 25).
1300 Sigue el rito esencial del sacramento. En
el rito latino, "el sacramento de la Confirmación es conferido por la
unción del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano, y con estas
palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo" (Pablo
VI, Const. ap. Divinae consortium naturae). En las Iglesias
orientales de rito bizantino, la unción del myron se hace
después de una oración de epíclesis, sobre las partes más significativas del
cuerpo: la frente, los ojos, la nariz, los oídos, los labios, el pecho, la
espalda, las manos y los pies, y cada unción va acompañada de la fórmula: Sfragis
doreas Pnéumatos Agíou ("Sello del don que es el Espíritu
Santo") (Rituale per le Chiese orientali di rito bizantino in lingua
greca, Pars I).
1301 El beso de paz con el que concluye el rito del sacramento
significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los
fieles (cf San Hipólito Romano, Traditio apostolica, 21).
No hay comentarios:
Publicar un comentario