Arzobispo.
Martirologio Romano: En la ciudad de Buda, en
Hungría, tránsito del beato Juan Dominici, obispo de Ragusa, que, después de la
peste negra, restauró la observancia regular en los conventos de la Orden de
Predicadores, y luego, enviado a Bohemia y Hungría para contener la predicación
de Juan Hus, le sorprendió la muerte (1419).
Etimológicamente: Juan = Dios es misericordioso,
es de origen hebreo.
Juan Bianchini, llamado Domínici probablemente por el
nombre de su padre, nació alrededor del año 1355 en Florencia.
A los diecisiete años abrazó la Orden de Predicadores
(Dominicos) en el convento de Santa María Novella. Favoreció muchísimo la
reforma emprendida en 1343 por Raimundo de Capua después de la peste negra y la
estableció en muchos conventos de manera que vino a ser el primer restaurador
de la observancia regular en Italia.
En el año 1395 con algunos discípulos de santa Catalina de
Siena a quién honraba con gran, veneración, fundó en Venecia el monasterio del
Corpus Christi para las monjas dominicas.
Su apostolado se interrumpió súbitamente en 1399 por orden
de los magistrados, cuyo entredicho había descuidado; cuando fue expulsado
durante cinco años.
Se dirigió a Florencia donde se entregó totalmente a la
predicación con gran celo de las almas y gran elocuencia, aunque para ello
debió vencer una tartamudez congénita.
En 1406 fundó el convento de Santo Domingo de Fiésole,
bastión de la reforma y fragua de santos.
Preocupado por los problemas en la fe y costumbres
suscitados por el humanismo de su tiempo compuso diversas obras, entre ellas la
obra Lúcula noctis (Lucecilla de la noche) que expone los fundamentos de la
educación cristiana.
Enviado a Roma como delegado en el año de 1406 por los
florentinos para tratar sobre el cisma, se ganó la confianza de Gregorio XII,
recién elegido papa, que hizo de Juan su consejero y lo nombró en 1408
arzobispo de Ragusa (Dubrovnik, Croacia) con el título de San Sixto.
Se mostró prudente y fiel incluso en los tiempos
calamitosos del cisma en el concilio de Constanza. Igualmente favorecido con la
confianza del nuevo papa Martín V, fue enviado corno legado a Bohemia y a
Hungría a combatir la herejía de Juan Huss.
Estando en estas negociaciones murió en Buda el 10 de
junio de 1419. Sus reliquias se perdieron cuando en 1541 fue destruida la
iglesia de los Eremitas de S. Pablo donde estaban.
Fue beatificado por Gregorio XVI al confirmar su culto el
9 de abril de 1832.
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