Hoy, la Iglesia presenta a nuestra contemplación el
misterio del corazón de un Dios que se conmueve y derrama todo su amor sobre la
humanidad: ¡el corazón de Dios se estremece de compasión!
Un amor misterioso, que en los textos del Nuevo Testamento
se nos revela como inconmensurable pasión de Dios por el hombre. No se rinde
ante la ingratitud, ni siquiera ante el rechazo del pueblo que se ha escogido.
Con infinita misericordia envía al mundo a su Hijo unigénito para que cargue
sobre sí el destino del amor destruido; para que, derrotando el poder del mal y
de la muerte, restituya la dignidad de hijos a los seres humanos esclavizados
por el pecado. Todo esto a caro precio: el Hijo unigénito del Padre se inmola
en la cruz.
—En el Corazón de Jesús se expresa el núcleo esencial del
cristianismo; en Cristo se nos revela y entrega toda la novedad revolucionaria
del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidad de
Dios.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net (elaborado a partir de
textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
No hay comentarios:
Publicar un comentario