18-04-2014
Miles de personas acudieron al centro de Roma para conmemorar la Pasión de Cristo. También el Papa Francisco asistió al rezo del Vía Crucis en el Coliseo.
Es un lugar simbólico que recuerda a los mártires que fueron ejecutados en espectáculos de la Antigua Roma.
Durante las catorce estaciones, portaron la cruz un obrero junto a un empresario, dos personas sin hogar, niños, inmigrantes, ancianos, enfermos y detenidos, en recuerdo de las dificultades que deben atravesar.
Las meditaciones que acompañaron al Vía Crucis fueron escritas por el obispo italiano Giancarlo Bregantini. Ponían el sufrimiento de Cristo en paralelo con dramas de hoy día como el desempleo, las drogas o la marginalidad.
Hace 50 años Pablo VI restauró esta antigua tradición de acudir a rezar el Vía Crucis en el Coliseo.
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