El Mons. Pastor Cuquejo, Arzobispo de Asunción explicó la
importancia de las celebraciones de este Jueves Santo. Son tres los
acontecimientos más importantes del día. A continuación, la reflexión completa
del Arzobispo:
“El jueves Santo está compuesto de tres grandes
acontecimientos. La misa Crismal, la
institución del sacerdocio y la eucaristía, momento en el que Jesús
lavó los pies a sus discípulos.
Hemos de entender que la bendición de los óleos tiene una
vital importancia porque con los óleos del crisma, el santo óleo y el óleo para
la unción de los enfermos, se santifican las cosas y las personas, que reciben
la unción con uno de estos óleos.
Con la unción de los óleos Dios toma posesión de su
criatura, sea esta como la mesa del altar, el templo parroquial o las personas
en el bautismo, la confirmación, el orden sagrado, y para todos, la unción de
los enfermos.
Con la unción del bálsamo Dios toma posesión de su
creatura y la consagra para capacitarla para una misión en la vida, como
sucediera con los reyes, los apóstoles y los sucesores de éstos. La misión es
siempre de salvación porque con ello Dios manifiesta su inmenso amor hacia las
personas y hacia lo creado que lo santifica.
La eucaristía que se celebra en la misa de la bendición de
los santos óleos, rememora la participación de la persona del presbítero y del
obispo en toda celebración eucarística. El pan y el vino, son ungidos con el
Espíritu Santo, con la imposición de manos del obispo para luego ser consagrados
y convertirse en el cuerpo y la sangre de Jesús.
La celebración de la eucaristía es una obra exclusiva del
sacerdote, quien fue ungido para realizar esta acción de salvación. Así el
obispo y el sacerdote, le pertenecen totalmente a Dios, y en su nombre ejerce
aquellos ministerios para los cuales fueron ordenados.
La tercera celebración es una celebración muy antigua que
data de los tiempos de Jesús, es la misa de la cena del Señor, en esta
celebración, se recuerda cuando Jesús lavo los pies a los discípulos, en señal
de humildad y mansedumbre, encomendándoles a ellos a hacer lo mismo, imitando
al maestro.
Las características principales de esta eucaristía, es que
en ella Jesús ora por sus discípulos y por la gente que creerá en él a través
de los tiempos. A sus discípulos los llama amigos, porque el siervo no
sabe lo que hace su señor y con Jesús, todos son amigos. Posteriormente está el
gran mandamiento del amor, que significa amarse unos a otros, como Él los ha
amado.
La intención de Jesús es que todos sean uno, como Él y el
Padre son uno, es un llamado a la unidad de la Iglesia, entre todos los hombres
del mundo. Se cierra este momento con la despedida de Jesús, manifestando que
es necesario que El vuelva al Padre, para enviarles el Espíritu Santo, y así comienza
el triduo santo que se desarrollará hasta el domingo de pascua. Acompañemos
estos días con la esperanza puesta en Cristo, pidiendo para que el Señor
aumente en nosotros la fe, que se cultiva con las obras”.
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