El Evangelio principal que guía esta semana nos invita a
la práctica de la caridad y la generosidad. La caridad es amor benevolente que
desea el bien del otro. Ella nace de la consideración que tenemos del otro como
un ser semejante a nosotros. Juan el Bautista se compadece de sus seguidores y
los invita a seguir un camino de caridad para ser felices. También indica Juan
que este camino nos prepara para la llegada del Mesías. En nuestros tiempos, ya
no esperamos al Mesías como al niño recién nacido en Belén, sino que lo vemos
en los hermanos necesitados y lo esperamos como Salvador y Juez Justo en su
segunda venida. Por tanto, esforcémonos por practicar la caridad desinteresada
y benévola que nos propone Juan el Bautista.
Acciones
Esta semana desprendámonos de algún bien que nos guste
para compartirlo con el prójimo. La caridad no es compartir las sobras, sino de
lo que se necesita. Es por ello que la práctica de la caridad implica un
desprendimiento genuino de un bien necesario para hacer al prójimo partícipe de
él.
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