17-12-2012 Radio Vaticana
(RV).- Apenas han transcurrido cinco días desde que
Benedicto XVI lanzó el primer tuit desde su cuenta @Pontifex, y según las más
inmediatas estadísticas los seguidores alcanzaron los dos millones.
No cabe duda que se trata de un fenómeno que va en
creciente aumento y del que en una conversación con Radio Vaticano Mons.
Claudio Maria Celli, el presidente del Pontificio Consejo de las Comunicaciones
Sociales, ha relevado que si el Papa entró a formar parte en el mundo de los
tuiteros ha sido porque las nuevas tecnologías han dado origen no solo a nuevos
instrumentos de comunicación sino a una nueva cultura, el lugar donde también
el hombre vive “El deseo del Santo Padre es el de estar ahí en donde los
hombres habitan y permanecer junto a ellos con palabras de verdad”. Y en este
caso, adaptándose al lenguaje creado justamente para esta comunicación de
Twitter, con 140 caracteres.
Desde el inicio de su historia –lo sabemos- el hombre
tiene un mensaje de sí mismo que quiere compartir, hoy en día los instrumentos
han cambiado, no son más guturales, pictográficos. La palabra dio lugar a la
ordenación del pensamiento y desde entonces han transcurrido milenios. Hoy en
día la comunicación de lo insondable que forma parte de la naturaleza humana,
cuenta con medios que, si bien usados se constituyen en instrumentos de
asombrosa sintonía humana. En la actualidad, es de 140 millones el número de
personas que utilizan Twitter, cuyas edades oscilan entre los 18 y los 34 años.
Desde el 2006 hasta el día de la fecha el instrumento que
nació como un modo restringido de comunicación, ha desarrollado su utilización,
convirtiéndose en “el deseo de estar ahí en donde los hombres se hablan, donde
los hombres comunican y no comunican solamente datos e informaciones sino, en
parte, comunican a sí mismos”. Pero existen limitaciones: “El problema no es el
del número de caracteres sino la densidad de las palabras que se dicen. El
límite de nuestra cultura hoy es aquel de decir muchas palabras sin un
contenido”.
Mons. Celli sin embargo apunta a la realidad del instrumento,
y a su inmediatez: “Nos encontramos sumergidos por mensajes y noticias y el
primer peligro es que no sepamos más evaluar la información, no sabemos más
sopesarla, inclusive porque llega con una velocidad impresionante. Peligramos
de perder la orientación”. y no deja de subrayar que el peligro del acceso
fácil a la información reside en el perder la orientación, “vivimos en un mundo
talmente saturado que puede hacer difícil, ha dicho Mons. Claudio Maria Celli,
descubrir la Buena Nueva”, que es la clave de uso que la Iglesia, y en este
caso @Pontifex quieren hacer llegar al ciberespacio. El por qué esta en el
corazón de quienes saben, la Buena Noticia, la Palabra de Dios es la respuesta
verdadera a los problemas de mi vida, de mi corazón, y entonces el desafío para
la Iglesia no es solo el uso de vehículos modernos de evangelización sino
también de educación en el ámbito comunicativo, para redescubrir el sentido de
aquello que verdaderamente es importante.
Patricia L. Jáuregui Romero -
Radio Vaticano / @pjuregui
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