La figura central del Evangelio principal de esta semana
es María, la madre de Jesús. En ella vemos un ejemplo de esperanza y de
acciones dignas de la espera del Mesías. Como María, nosotros también llevamos
a Cristo dentro de nosotros en cierta forma. De modo semejante, también nos preparamos
para su llegada. Una de las facetas de la Navidad es la aceptación personal de
Cristo. Como María, aceptemos a Cristo y aprendamos de la doctrina que
escuchamos en sus palabras y en el seguimiento de una vida buena según el
mandamiento de la caridad. También es bendito el que acepta a Cristo y lo lleva
dentro de sí, no sólo como un modelo y guía de vida, sino el que lo muestra con
las acciones acordes a la vida de virtud y gracia que Él nos enseñó. En la
Navidad ya próxima, que nuestros maestros sean Jesús y María.
Acciones
La Virgen María visitó a si prima Isabel para ayudarle
mientras lo necesitaba. Nosotros también podemos hacer visitas, a los enfermos,
encarcelados, solitarios o tristes. Brindémosle compañía, alegría y entusiasmo
por el próximo encuentro con Jesús en su nacimiento.
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