En esta semana, El Señor nos llama a manifestar con
acciones concretas nuestra fe. Es verdad que la fe es la aceptación de la
Salvación que viene de Dios. Sin embargo, la fe que no se planifica en acciones
concretas no es una práctica que nos acerque a Dios. El cristiano, que vive una
vida de esperanza, planifica su existencia con una vida práctica que tienda a
la excelencia. Esta semana, podemos decir que El Señor nos llama a la virtud.
Por eso, hay que preparar la llegada de Jesús con una vida que sea digna de
Dios. Llena de caridad, esperanza y fe, así como la práctica de las virtudes
que concretizan nuestra vida de fe.
Acciones
Para vivir intensamente esta semana nuestro acercamiento a
Jesús, fijémonos en nuestros defectos y en nuestras virtudes. Observemos las
primeras para que podamos cambiarlas más fácilmente en virtudes. Y pongamos
atención a las segundas para persistir en un la búsqueda de una vida óptima y
digna de Dios.
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