Hoy, Jesús se aplica la profecía de Zacarías, quien había
aludido en una misteriosa visión a un Mesías que sufre la muerte. Jesucristo da
forma concreta a esta visión, dirigida hacia un futuro desconocido. Sin
embargo, a la profecía de adversidad sigue inmediatamente la promesa de
salvación. Jesús, pasando a través de la muerte, vivirá de nuevo.
Jesús-Resucitado es plenamente ese Pastor que en la travesía de la muerte
guía por el camino de la vida. Pero Pedro no se fija en la profecía de la
resurrección y sólo percibe el anuncio de muerte. Al ser contrario a la Cruz,
no puede entender la palabra "resurrección" y quisiera el éxito sin
la cruz.
—Señor, ¿quién puede negar que la actitud de Pedro refleja
la tentación constante de los cristianos, e incluso también de la Iglesia
(llegar al éxito sin la Cruz)? Nadie es por sí mismo tan fuerte como para
recorrer hasta el final el camino de la salvación. Todos necesitamos el amor
del Crucificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario