15-08-2014
Los 6.000 jóvenes reunidos por la Jornada Asiática de la Juventud esperaban impacientes al Papa en el Santuario de Solmoe, y Francisco no les decepcionó.
Tres de ellos le expusieron sus conflictos. Mientras les escuchaba, Francisco tomó nota de sus preguntas. La sorpresa vino cuando a mitad de su discurso en inglés, decidió responder directamente a sus dudas.
Francisco
"¿Estáis cansados? ¿Puedo seguir? Pero lo hago en italiano...”
Francisco les explicó que Dios siempre llama a hacer el bien, ya sea en la vida religiosa o con una familia. Por eso, les dijo que pregunten a Dios qué quiere de ellos.
Francisco
"'¿Qué camino debo escoger?' Pero tú no tienes que escoger ningún camino: lo debe escoger el Señor, Jesús ya lo ha escogido. Tú debes escucharle a Él y preguntarle 'Señor, ¿qué tengo que hacer?'”.
El Papa también habló sobre la división entre Corea del Norte y Corea del Sur. Dijo que "no hay dos Coreas, sino una familia” y pidió a los jóvenes que recen por la unidad.
Francisco
"Rezar. Rezar por nuestros hermanos del Norte: 'Señor, somos una familia. Ayúdanos. Ayúdanos a estar unidos. Tú puedes hacerlo. Que no haya ni vencedores ni vencidos, sino sólo una familia. Que sólo haya hermanos'”.
Después, pidió a todos los presentes que rezaran en silencio.
También añadió que en las dos Coreas se habla la misma lengua, y que eso es motivo de "esperanza humana”.
Con este encuentro, Francisco se convierte en el primer Papa que participa en una Jornada Asiática de la Juventud. Se volverá a reunir con los jóvenes de Asia el domingo, cuando celebre la Misa final del evento.
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