sábado, 9 de agosto de 2014

50 aniversario de "El Evangelio según San Mateo” [Cine católico]



La vida del cineasta Pier Paolo Pasolini siempre ha estado envuelta en polémica. Marxista y ateo declarado, sorprendió al mundo en 1964 con la película "El Evangelio según San Mateo”, un film que refleja con fidelidad el texto bíblico, sin omisiones ni añadidos.

Pero la sorpresa fue mayor aún por la dedicatoria: "al recuerdo querido, alegre y familiar de Juan XXIII”.

La película se estrenó en 1964 y, en su 50 aniversario, ha sido calificada por el periódico del Vaticano como "la mejor obra sobre Jesús en la Historia del cine”.


Claudia di Giovanni
Directora, Filmoteca Vaticana
"Es una película bellísima. Es una representación de Cristo hecha por un no católico pero muy espiritual y muy humana porque aparece un Cristo muy humano; ese Cristo muy humano y divino que muchos esperan ver en una película. Para la Filmoteca es una obra maestra”.

Para celebrar el aniversario, la Filmoteca Vaticana ha llevado a cabo una minuciosa restauración de los 1.500 metros de película y también la ha digitalizado. Después de ocho meses de trabajo, el film luce en todo su esplendor.

Claudia di Giovanni
Directora, Filmoteca Vaticana
"Hemos limpiado manuamente la película, que es lo primero que solemos hacer para comprobar que no haya residuos. Después la hemos pasado por un líquido regenerante que le ha devuleto elasticidad y ha eliminado las pequeñas manchas. También hemos cambiado la caja en la que se conservaba porque a veces se oxidan y deterioran las películas. Cuando la hemos proyectado nos hemos dado cuenta de que la película había mejorado mucho. Después la hemos digitalizado”.

Se trata de una película particular. El director escogió a un actor no profesional para el papel de Jesús, era un joven español anarquista. La propia madre de Pasolini interpretó a la Virgen María. Además, Pasolini se negó a rodar en un escenario artificial y convirtió la árida ciudad de Matera, en el sur de Italia, en una nueva Jerusalén.

La película se estrenó en 1964 en el Festival de Venecia y recibió críticas y alabanzas a partes iguales. Obtuvo el premio especial del jurado, el de la crítica y también ganó el de la Oficina Católica Internacional del Cine.

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