23 de junio 2013 (romereports.com) Con 31 años, San Ignacio de Loyola emprendió un viaje desde su casa en Azpeitia, en el País Vasco, hasta la ciudad de Manresa, cerca del Monasterio de Montserrat, en Cataluña.
Esta peregrinación fue sólo la primera etapa de un largo viaje a Jerusalén. El fundador de la Compañía de Jesús permaneció 10 meses en un cueva de Manresa, meditando y ayunando. Una experiencia que marcó su vida.
Ahora un grupo de jesuitas ha puesto en marcha el Camino Ignaciano, que recrea aquel viaje de San Ignacio de Loyola y permite revivir el proceso espiritual del fundador de la Compañía de Jesús.
El Camino discurre a lo largo de 650 kilómetros y está dividido en 27 etapas, que atraviesan el País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña.
Su web oficial explica todos los detalles. Incluye una biografía de San Ignacio de Loyola, las etapas del camino y una guía espiritual de meditación personal para cada uno de los 27 puntos de interés.
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