Miércoles 23 Oct 2019 | 08:31 am
Ciudad del Vaticano (AICA): “Sigo con preocupación lo que está sucediendo en Chile. Espero
que, poniendo fin a las manifestaciones violentas, se utilice el diálogo para
encontrar soluciones a la crisis y hacer frente a las dificultades que la han
generado, por el bien de toda la población”, afirmó el Santo Padre en la
audiencia general que presidió este miércoles 23 de octubre en la Plaza de San
Pedro en el Vaticano.
La violencia en Chile comenzó el lunes 14 con manifestaciones de estudiantes en varias estaciones del metro de Santiago, en respuesta a la convocatoria que alentó a ingresar al tren subterráneo sin pagar el pasaje que aumentó a 830 pesos chilenos, alrededor de 1,17 dólares.
Esta acción se mantuvo durante la
semana en distintos horarios, hasta que el jueves 17, algunos grupos comenzaron
a destruir los molinetes de ingreso, dañar las estaciones y la vía pública.
Al día siguiente aumentó la violencia
y esto obligó a las autoridades a decretar el estado de emergencia y el toque
de queda para intentar restablecer el orden.
Detrás del alza del precio del
transporte público hay una problemática de fondo que se acentuó en los últimos
años debido a una marcada desigualdad social; fruto de los compromisos sin
cumplir de los gobiernos de Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
El aumento de la delincuencia, la
dificultad para acceder a una vivienda propia, el alza en los precios de los
servicios básicos, la falta de un sistema educacional equitativo, las pensiones
de jubilación que bordean los 150 dólares, y el sueldo mínimo de 415 dólares
que obliga a las familias a endeudarse, son algunos de los factores que afectan
directamente a los chilenos.
Si bien se aprobó una ley para
detener el alza del precio del transporte público, que puede representar hasta
un 30% del ingreso de una familia, las manifestaciones en su mayoría pacíficas
se mantienen en las calles.+
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