Lectura
del santo evangelio según san Mateo 12, 14-21.
En aquel
tiempo, los fariseos planearon el modo de acabar con Jesús. Pero Jesús se
enteró, se marchó de allí, y muchos le siguieron. Él los curó a todos,
mandándoles que no lo descubrieran. Así se cumplió lo que dijo el profeta
Isaías: «Mirad a mi siervo, mi elegido, mi amado, mi predilecto. Sobre él he
puesto mi espíritu para que anuncie el derecho a las naciones. No porfiará, no
gritará, no voceará por las calles. La caña
cascada no la quebrará, el pábilo
vacilante no lo apagará, hasta implantar el derecho; en su nombre esperarán las
naciones.»
Reflexión
del Evangelio de hoy
Noche en
que veló el Señor para sacarlos de Egipto
Las
primeras lecturas del Éxodo de los días anteriores de esta semana nos han
descrito cómo Dios, a través de Moisés, ha tomado una decisión salvadora para
su pueblo: “He decidido sacaros de la opresión egipcia… y llevaros a una tierra
que mana leche y miel”. Hemos oído la resistencia del faraón, las plagas… y la
lectura de hoy nos relata de manera muy escueta esta salida de los israelitas
de Egipto y su liberación.
Los
exégetas nos indican que la cifra de “los cuatrocientos treinta años” que duró
la estancia de los israelitas en Egipto es convencional. Se inclinan,
apoyándose en lo que dice el Génesis 15,16 de una estancia de cuatro
generaciones, por la cifra más realista de unos 100 años.
Bien
sabemos que la enseñanza principal de todo este relato es que Dios nunca ha
abandonado a su pueblo, en medio de todos las peripecias sufridas por él,
principalmente el exilio y opresión en Egipto.
Planearon
el modo de acabar con Jesús
Jesús en
su modo de predicar su buena noticia y en su modo de actuar, por ejemplo,
curando en sábado, asegurando que el sábado está al servicio del hombre y no al
revés, se gana, poco a poco, la enemistad de los fariseos. De tal manera que
estos “planearon el modo de acabar de Jesús”.
Según el
pasaje evangélico de hoy, Jesús sabe distinguir momentos y momentos, lugares y
lugares, a la hora de anunciar su buena noticia. Hoy le vemos retirarse del
lugar de la disputa con los fariseos. Seguirá curando y haciendo el bien a
todos los que encuentre en su camino, pero, de momento, “no porfiará, no
gritará, no voceará por las calles”, y pedirá a los curados que no “le
descubran”.
Aunque
buscará otros lugares para hablar abiertamente de su buena noticia, la mejor
noticia de todos los tiempos para alegrar el corazón de todo hombre. Nada ni
nadie le hará callar. Está en juego ser fiel a la misión recibida del Padre y
está en juego que su buena noticia llegue a los hombres. Llegado el momento,
las autoridades religiosas intentarán hacerle callar. Pero Jesús no callará. No
puede dejar de proclamar la buena noticia que ha traído a nuestra humanidad.
Sus enemigos conseguirán matarle. Pero resucitará a los tres días y el grupo de
sus apóstoles y seguidores extenderá su evangelio hasta el día de hoy.
Fray Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/20-7-2019/
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