Lectura
del santo evangelio según san Mateo 23,13-22
En aquel
tiempo, habló Jesús diciendo: «¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas,
que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni
dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos
hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito y, cuando lo
conseguís, lo hacéis digno del fuego el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros,
guías ciegos, que decís:
Reflexión
del Evangelio de hoy
Lo recibido ha de ser entregado
Es de
bien nacidos ser agradecidos, hay quien sabe reconocer los valores que les
aportan los demás, sobre todo hay quien reconoce la obra de Dios en sus vidas y
eso les hace ser agradecidos por la vida recibida y los dones que le regalaron.
Hay veces
que se nos pasa de largo lo importante que es poner al servicio de los que nos
rodean esos dones recibidos porque sólo así estos crecen, al igual que las
semillas que si no son plantadas y cuidadas, no se convertirán ningún fruto.
Es
necesario en la vida descubrir la vocación, saber el camino que se ha de seguir
porque así se encuentra la felicidad. Muchos que no tienen o no han descubierto
la fe no saben dar sentido a su existencia y dedican su vida a buscar ese
sentido donde no lo van a encontrar nunca, lo superficial, lo simple, aquello
que puede producir un placer breve perono verdadero.
¿Somos
agradecidos por lo recibido? ¿Hemos descubierto cuál es nuestra vocación, quién
queremos ser?
¿Vemos lo que ocurre o lo que
queremos ver?
No hay
más ciego que el que no quiere ver, nos mueve muchas veces el sentimiento,
otras el interés, alguna vez nos mueve sacar el mejor partido de algo, pero así
sólo vemos lo que queremos ver y no la realidad, que no queremos ser sino
parecer.
Dios nos
pone delante muchas oportunidades para descubrir su presencia y a veces nos
empeñamos en dejar esas oportunidades a un lado y seguir el camino fácil de la
comodidad y de lo que no nos compromete, porque de esa manera no debemos
esforzarnos y hay términos que hoy en día han dejado de tener vigencia en el
vocabulario habitual, como son el esfuerzo, el sacrificio, la entrega la
generosidad.
Muchos
aparecen para salir en la foto que puede mostrar un acto solidario pero no
entienden ésta como una actitud de vida y se convierten en ejemplos falsos a
seguir.
Ser
testigos y dar testimonio supone actuar de forma coherente y hacer lo posible
para que las palabras y los hechos sigan el mismo camino.
¿Somos
capaces de reconocer las oportunidades que se nos presentan cada día? ¿Cómo es
el testimonio?
Hna. Macu Becerra O.P.
Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia
Dominicas Misioneras de la Sagrada Familia
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/27-8-2018/
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