Cardenal Pedro Barreto Jimeno © Vatican News |
1ª misa de cardenal en Lima, el 31 de julio
AGOSTO 14, 2018 19:36 REDACCIÓNDOCTRINA SOCIAL Y
BIEN COMÚN
Cuando un sinnúmero de audios implican a jueces y fiscales en
contubernios y actos de corrupción, el pueblo peruano pide a gritos nuevas
autoridades gubernamentales. En medio de este panorama resurge la esperanza
para la Iglesia en el Perú con monseñor Pedro Barreto Jimeno, el nuevo cardenal
que pide más acción frente a la corrupción.
(Lima, 14 agosto 2018).- Tras ser creado Cardenal de la Iglesia Católica
el pasado 28 de junio en Roma, monseñor Pedro Barreto Jimeno, Arzobispo de
Huancayo celebró su primera misa en Lima el 31 de julio de 2018 en las
instalaciones del templo de San Pedro.
Desde el púlpito de esta parroquia recordó cómo vivió en este lugar
cuando pequeño el encuentro con Cristo, en su mensaje animó a la feligresía a
no eximirse de la responsabilidad de construir la paz ante el flagelo de la
corrupción que amenaza con enquistarse en los tres poderes del estado peruano.
Horas antes de que el templo abriera sus puertas, cientos de ciudadanos
peruanos yacían al interior de esta parroquia, conocida también como Basílica
Menor y Convento de San Pedro, que data de 1569, ubicado en el centro histórico
de la ciudad capital. Con vivas y aplausos de los asistentes, el Cardenal
Barreto ingresó al templo, construido solo 34 años después de la fundación de
Lima por la Compañía de Jesús en el Perú.
Con un contundente mensaje al pueblo peruano, Mons. Pedro Barreto
reafirmó su identificación con Cristo en este recinto eclesial donde desde los
6 años sirvió como monaguillo y conoció a la Compañía de Jesús: “Serví como
acólito en mi niñez y descubrí los signos iníciales del llamado del Señor a la
Compañía de Jesús”, compartió el cardenal peruano.
No más silencio ante la corrupción
Escoltado por 80 sacerdotes jesuitas ingresó el neocardenal Barreto a
uno de los complejos religiosos más importantes del siglo XVI en el Centro
Histórico de Lima. Monseñor Nicola Girasoli, Nuncio Apostólico en el Perú, lo
esperaba para darle la bienvenida. “No permitamos que la mundanidad le quite el
gozo al pueblo de Dios, que hoy se alegra por esta designación como cardenal”,
fueron las palabras escritas por el Papa Francisco que dio lectura el Nuncio.
“Corruptos no, pecadores sí”: fue el mensaje que dejó
Francisco en Perú luego de su visita en enero pasado. El creado
Cardenal Barreto celebró no solo este signo del amor providencial del Señor al
ser incluido en el grupo de cardenales, asesores suyos, sino también conmemoró
los 450 años de la llegada de la Compañía de Jesús al Perú…”esta acción de
gracias va unida a un fraternal recuerdo de las generaciones de jesuitas que
han servido a nuestra patria, a sus culturas y a su historia”, sostuvo
emocionado su excelencia.
Luego de felicitar el acertado mensaje a la nación y las medidas tomadas
por el Presidente de la República, Martín Vizcarra, frente a la corrupción
generalizada que enfrenta el país, Barreto insistió en afirmar que “la
corrupción es un proceso de destrucción que nutre la cultura de muerte”, porque
el afán de poder y de tener no tiene límites, en ese sentido el Cardenal animó
al mandatario peruano, quien estuvo presente acompañado de su esposa Maribel
Díaz, a promover propuestas de acción que incluyan la participación de todos
los ciudadanos.
La celebración eucarística fue concelebrada por el Cardenal Juan Luis
Cipriani, Arzobispo de Lima; monseñor Miguel Cabrejos, Presidente de la
Conferencia Episcopal Peruana y Arzobispo Metropolitano de Trujillo; monseñor
Robert Prevost, Segundo Vicepresidente de la Conferencia Episcopal Peruana y
Obispo de Chiclayo; monseñor Norberto Strotmann, Secretario General de la Conferencia
Episcopal Peruana y Obispo de Chosica; monseñor Ángel Simón, Obispo de
Chimbote; y monseñor Luis Bambarén, obispo emérito de Chimbote, entre otras
personalidades eclesiales.
Esther Núñez Balbín
AGOSTO 14, 2018 19:36DOCTRINA SOCIAL Y
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