Lectura del santo evangelio según san Mateo
13,54-58
En
aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente
decía admirada: «¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el
hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José,
Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo
eso?» Y aquello les resultaba escandaloso.
Jesús
les dijo: «Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta.» Y no hizo
allí muchos milagros, porque les faltaba fe.
Reflexión del Evangelio de hoy
El
pueblo se juntó contra Jeremías
Murió
Josías, el rey que unificó el culto en el templo de Jerusalén y, ante su
ausencia, el pueblo no oculta su desconcierto. Le sucede Joaquín, pero
nadie sabe las prioridades de su reinado. Y en éstas, Jeremías hace oír su voz
que pone en tela de juicio el valor del templo; advierte que puede ocurrirles
lo mismo que con el templo de Silo, y entonces se volverá a las andadas. El
culto que se debe dar en el templo de Jerusalén tiene que tener la fuerza de un
verdadero talismán para el pueblo, donde la obediencia a la ley de Dios y la
justicia como forma de vivir el pueblo sean unas constantes. Al parecer, las
palabras de Jeremías molestaron no poco a sus oyentes, y más cuando no sabían
qué iba a suceder tras la unificación del culto que llevó a cabo Josías. Y
tanto molestaron estas palabras del profeta que lo consideraron blasfemo y reo
de muerte. Estamos en el inicio de la carrera profética de Jeremías, y este
conflicto que nos sirve nuestro texto vendrá a ser una constante en su biografía
donde no faltan persecuciones en las que el mismo pueblo jugará un papel
protagónico. ¿Cuál será, entonces, la defensa de Jeremías? La de todo verdadero
profeta: ser y conducirse como el enviado del Señor, quién no dejará que se
pierda ninguno de los suyos, aunque las apariencias digan lo contrario.
No
hizo milagros porque les faltaba fe
El
evangelista cierra con nuestro texto el relato de las andanzas de Jesús en
Galilea. ¿Narración de un fracaso o contraste con la admiración que otros
muestran ante la actividad del Maestro? Los paisanos de Jesús no disimulan su
desconcierto pues no se explican cómo el hijo de un carpintero atesora tanta
sabiduría y tanto saber estar para comunicar su saludable mensaje con
la autoridad con la que él lo hace y, además, realizar signos o milagros. Sus
paisanos se preguntan con cierta reticencia y no ocultan su desconfianza y un
claro rechazo hacia Jesús de Nazaret. Saben sus antecedentes familiares,
conocen el mundo al que pertenece… y parece que tales premisas no dan para
tanto. La tímida defensa de Jesús consiste en un dicho sobre lo mal visto que
es un profeta en su patria, si bien lo fundamental es que sus paisanos se
cierran a acoger su palabra y no se atreven a leer con mejores ojos sus signos
curadores y compasivos. Abandonado su pueblo, a partir de ahora Jesús se
ocupará de iniciar a sus discípulos en el mensaje del Reino de Dios y a acoger
a los paganos que le demuestran tener más fe que sus paisanos y, por tanto,
acreditan acoger el pan de la Buena Noticia.
¿Hace
valer la comunidad sus orígenes no tanto en razones socioculturales cuanto en
experiencia de Dios y en vivencia de su Espíritu?
Fr. Jesús Duque
O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/3-8-2018/
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