Lectura del santo evangelio según san Mateo
6,7-15
En aquel
tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Cuando recéis, no uséis muchas palabras,
como los gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. No
seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo
pidáis. Vosotros rezad así: "Padre nuestro del cielo, santificado sea tu
nombre, venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo, danos
hoy el pan nuestro de cada día, perdónanos nuestras ofensas, pues nosotros
hemos perdonado a los que nos han ofendido, no nos dejes caer en la tentación,
sino líbranos del Maligno." Porque si perdonáis a los demás sus culpas,
también vuestro Padre del cielo os perdonará a vosotros. Pero si no perdonáis a
los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas.»
Reflexión del Evangelio de hoy
Cumplirá
mi encargo
El profeta
Isaías, para consolar a su pueblo utiliza el símil de la lluvia y la nieve que
hacen germinar a la tierra que da fruto, para hacer sentir al pueblo que vive
en el destierro cómo actúa Dios en su creación. Su palabra que es creadora no
volverá a su fuente sin cumplir su encargo la de crear de la nada un pueblo
nuevo. Lo crea infundiendo un nuevo sentido y razón de vivir a los que la
reciben.
Y es que la
cuaresma también tiene que ver con nuestra esperanza, vivir en el destierro
hace que se pierdan las raíces propias de la cultura, del sentido religioso,
del sentido de vivir y de la esperanza. En cuaresma hemos de preguntarnos
cuáles son nuestras raíces perdidas, aquellos valores que un día nos
mantuvieron en pie, y ahora son pieles muertas del camino.
Hemos de
comprender que no todos los valores que ayer vivíamos como fundamentales en
nuestra vida de fe ahora hayan desaparecido con el cambio cultural, y hemos de
preguntarnos si no es el pueblo cristiano el que anda en el destierro viviendo
de la nostalgia. Hemos de descubrir los nuevos valores para poder
identificarlos con aquellos valores cristianos que puedan convivir y arraigar
más profundamente entre los jóvenes y poder ser una oferta atractiva para
ellos.
Perdona
nuestras ofensas
La oración
del Padrenuestro nos implica en el Reino de Dios desde lo más íntimo de nuestra
fe, es la oración personal y compartida la que le da sencillez, y Dios quiere
oraciones y súplicas sencillas.
En el
Padrenuestro se nos introduce en la intimidad con Dios, se nos ofrece el pan,
pero también se hace simple la vida con la súplica del perdón, un perdón mutuo
y justo, recibir el perdón implica ofrecer el perdón, no queda en una acción
egoísta.
En el
Padrenuestro se tiene en cuenta la voluntad de Dios, no es algo que surge de la
verborrea, ni tampoco de la súplica egoísta, es una oración que tiene en cuenta
el quehacer de Dios, el Padre tiene su plan salvación para conmigo, y lo
acogeré con sencillez.
En esta
cuaresma podríamos llenarnos de silencio para comprender cada palabra de esta
oración, salir de lo mecánico y repetitivo, y encontrarnos con el sentido
integrador que tiene esta oración para todo cristiano.
Fr. Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/20-2-2018/
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