Lectura del santo evangelio según san
Marcos 7,24-30
En
aquel tiempo, Jesús fue a la región de Tiro. Se alojó en una casa, procurando
pasar desapercibido, pero no lo consiguió; una mujer que tenía una hija poseída
por un espíritu impuro se enteró en seguida, fue a buscarlo y se le echó a los
pies. La mujer era griega, una fenicia de Siria, y le rogaba que echase el
demonio de su hija. Él le dijo: "Deja que coman primero los hijos. No está
bien echarles a los perros el pan de los hijos." Pero ella replicó:
"Tienes razón, Señor; pero también los perros, debajo de la mesa, comen
las migajas que tiran los niños." Él le contestó: "Anda, vete, que,
por eso que has dicho, el demonio ha salido de tu hija." Al llegar a su
casa, se encontró a la niña echada en la cama; el demonio se había marchado.
Reflexión del Evangelio de hoy
Salomón
desvió su corazón del Señor
Dios
hizo una amorosa alianza con el pueblo judío: “Yo seré vuestro Dios y vosotros
seréis mi pueblo”. El pueblo judío se comprometió a no tener más dioses que a
Dios y seguir sus indicaciones que le llevaría por los caminos de la justica,
de la paz y del amor.
También
le conduciría a la unidad de sus dos reinos, tradicionalmente desunidos, el
reino del sur y el reino del norte, es decir, el reino de Judá y el reino de
Israel. Esa difícil y deseada unidad se consiguió con David y con Salomón. Pero
se rompió en los tiempos de la vejez de Salomón, y volvió la desunión. El autor
sagrado da una explicación de orden religioso. La culpa la tuvo Salomón que
abandonando al verdadero y único Dios, al Dios de la alianza, se fue detrás de
otros dioses, detrás de ídolos. “Sus mujeres le desviaron su corazón tras otros
dioses; su corazón ya no perteneció por entero al Señor”.
Salvando
las distancias, la lección de esta lectura para nosotros, cristianos del siglo
XXI, es clara. Abandonar a Dios nuestro Rey y Padre y a su hijo Jesucristo e
irnos detrás de falsos dioses, no nos puede traer más que desgracias y
sinsabores. Esos ídolos nunca dan la felicidad que prometen. Solo nuestro Dios
nos puede llevar a la vida y vida en abundancia que nos promete para esta
tierra y a la felicidad total después de nuestra resurrección. No caigamos en
el error de Salomón.
Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura
Cuando
un pasaje de Jesús nos sorprende, tenemos que acudir a otros pasajes suyos que
nos hablan del mismo tema. El texto del evangelio de hoy da pide para pensar
que Jesús, en un primer momento, sólo quería predicar al pueblo judío. Pero
enseguida caemos en la cuenta que no solo atendió el ruego de la mujer pagana,
sino que Jesús quiso predicar su buena noticia a todos y nos pidió a sus seguidores
que la divulgásemos por las cuatro esquinas del universo: “Id por todo el mundo
y predicad el evangelio a toda criatura”. El sublime tesoro que él nos trajo de
parte de Dios no podía quedar reducido a un pueblo. Estaba destinado a toda la
humanidad. El amor de Dios, la luz de Dios, el perdón de Dios, la bondad de
Dios, las promesas de Dios, las curaciones de Dios, el cielo de Dios… están
destinados a todos los hombres de todas las épocas.
Fray
Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/8-2-2018/
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