Hoy asoma la sorpresa incluso entre los parientes de
Cristo. Su ministerio causa asombro: por su novedad, por su autoridad y… porque
exige adhesión a Él. Efectivamente, la nueva proximidad del "Reino"
de la que habla Jesús, y cuya proclamación es lo distintivo de su mensaje, esa
proximidad del todo nueva reside en Él mismo.
A través de su presencia y su actividad, Dios entra en la
historia aquí y ahora de un modo totalmente nuevo, como Aquel que obra. Por eso
ahora "se ha cumplido el tiempo"; por eso ahora es, de modo singular,
el tiempo de la conversión y del arrepentimiento, pero también el tiempo del
júbilo, pues, en Jesús, Dios viene a nuestro encuentro. En Él ahora es Dios
quien actúa y reina; reina al modo divino, es decir, sin poder terrenal, a
través del amor que llega "hasta el extremo", hasta la cruz.
—Jesús, acepto tu invitación a seguirte dejándolo todo.
Porque Tú eres el "tesoro", y la comunión contigo es la "perla
preciosa".
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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