Hoy, Jesucristo nos descubre el contenido central del
"Evangelio": ¡el Reino de Dios está cerca! Se pone un hito en el
tiempo, sucede algo nuevo. Y se pide a los hombres una respuesta a este don:
conversión y fe. Pero lo que Jesús llama "Reino" es una realidad
compleja.
Históricamente, los Padres de la Iglesia ofrecieron tres
líneas interpretativas. 1) "Cristológica": Jesús mismo es el
"Reino"; no es un espacio de dominio como los reinos terrenales; es
persona, es Él. 2) "Mística": el Reino de Dios se encuentra
esencialmente dentro del hombre; no se encuentra en ningún mapa: su lugar está
en el interior del creyente; allí crece, y desde allí actúa. 3)
"Eclesial": el Reino de Dios y la Iglesia se relacionan entre sí de
diversas maneras y estableciendo entre ellos una mayor o menor identificación.
—Metodológicamente es inadmisible reconocer como
"propio de Jesús" sólo un aspecto del todo; sólo aceptando todo el
conjunto de matices podemos acercarnos a su mensaje y dejarnos guiar por Él.
Comentario: REDACCIÓN evangeli.net
(elaborado a partir de textos de Benedicto XVI) (Città del Vaticano, Vaticano).
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