Cardenal, Obispo de Albano
General de los Frailes Menores
Franciscanos
Martirologio Romano: Memoria de la inhumación de san
Buenaventura, obispo de Albano y doctor de la Iglesia, celebérrimo por su
doctrina, por la santidad de su vida y por las preclaras obras que realizó en
favor de la Iglesia. Como ministro general rigió con gran prudencia la Orden de
los Hermanos Menores, siendo siempre fiel al espíritu de san Francisco y en sus
numerosos escritos unió suma erudición y piedad ardiente. Cuando estaba
prestando un gran servicio al II Concilio Ecuménico de Lyon, mereció pasar a la
visión beatífica de Dios (1274).
Por lo que se refiere a sus primeros años, lo único que
sabemos acerca de este ilustre hijo de san Francisco de Asís es que nació en Bagnorea, cerca de Viterbo, en Italia,
probablemente en 1217, fue bautizado con el nombre de Giovanni (Juan) Fidanza y
que sus padres fueron Juan Fidanza y María Ritella. Después de tomar el hábito
en la orden seráfica, estudió en la Universidad de París, bajo la dirección del
maestro inglés Alejandro de Hales. De 1248 a 1257, enseñó en esta universidad
teología y Sagrada Escritura. A su genio penetrante unía un juicio muy
equilibrado, que le permitía ir al fondo de las cuestiones y dejar de lado lo
superfluo para discernir todo lo esencial y poner al descubierto los sofismas
de las opiniones erróneas. El santo se distinguió en filosofía y teología
escolásticas.
El santo no veía en sí más que faltas e imperfecciones y,
por humildad, se abstenía algunas veces de recibir la comunión, por más que su
alma ansiaba acercarse a la fuente de gracia. Pero un milagro de Dios permitió
a San Buenaventura superar tales escrúpulos.
Durante los años que pasó en París, compuso una de sus
obras más conocidas, el "Comentario sobre las Sentencias de Pedro
Lombardo", que constituye una verdadera suma de teología escolástica.
Guillermo de Saint Amour hizo en la obra titulada "Los peligros de los
últimos tiempos" un ataque directo a San Buenaventura. Ataque que el santo
contestó con un tratado sobre la pobreza evangélica, titulado "Sobre la
pobreza de Cristo". En 1257, San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino
recibieron juntos el título de doctores. San Buenaventura escribió un tratado
"Sobre la vida de perfección", destinado a la Beata Isabel, hermana
de San Luis de Francia y a las Clarisas Pobres del convento de Longchamps.
Otras de sus principales obras son el "Soliloquio" y el tratado
"Sobre el triple camino".
En 1257, Buenaventura fue elegido superior general de los
frailes Menores. No había cumplido aún los 36 años y la orden estaba desgarrada
por la división entre los que predicaban una severidad inflexible y los que
pedían que se mitigase la regla original. El joven superior general escribió
una carta a todos los provinciales para exigirles la perfecta observancia de la
regla y la reforma de los relajados. El primero de los cinco capítulos
generales que presidió San Buenaventura, se reunió en Narbona en 1260. Ahí
presentó una serie de declaraciones de las reglas que fueron adoptadas y
ejercieron gran influencia sobre la vida de la orden. San Buenaventura empezó a
escribir la vida de San Francisco de Asís.
El santo gobernó la orden de San Francisco durante 17 años,
y por eso se le llama el segundo fundador. En 1265, el Papa Clemente IV trató
de nombrar a San Buenaventura arzobispo de York, a la muerte de Godofredo de
Ludham, pero el santo consiguió disuadir de ello al Pontífice. Sin embargo, al
año siguiente, el Beato Gregorio X le nombró cardenal obispo de Albano,
ordenándole aceptar el cargo por obediencia. Se le encomendó la preparación de
los temas que se iban a tratar en el Concilio ecuménico de Lyon, acerca de la
unión de los griegos ortodoxos.
San Buenaventura se caracterizaba por la sencillez, la
humildad y la caridad. Mereció el título de "Doctor Seráfico" por las
virtudes angélicas que realzaban su saber. Fue canonizado en 1482 y declarado
Doctor de la Iglesia en 1588.
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