Hoy
celebramos la Anunciación del Señor, 9 meses antes del nacimiento de Jesús.
También nos consagramos a la Virgen de Guadalupe, patrona de América, para que
nos cuide y proteja en estos tiempos difíciles. Es una iniciativa de la
Conferencia Episcopal Peruana.
1.
El Texto: Lc 1,26-38
26 En
el sexto mes, el Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea,
llamada Nazaret, 27 a una virgen que estaba comprometida con un hombre
perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era
María. 28 El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena
de gracia, el Señor está contigo». 29 Al oír estas palabras, ella quedó
desconcertada y
se preguntaba qué podía significar ese saludo. 30 Pero el Ángel
le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. 31 Concebirás y darás
a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; 32 él será grande y será llamado
Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, 33
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». 34 María
dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún
hombre?». 35 El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será
llamado Hijo de Dios. 36 También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de
su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, 37
porque no hay nada imposible para Dios». 38 María dijo entonces: «Yo soy
la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho». Y el Ángel se
alejó.
2.
El Contexto en el tiempo de Jesús
La
salvación se anuncia en un hogar humilde de un pueblo humilde: Nazareth. Desde
su anunciación Jesús será obra del Espíritu Santo en un ser humano: María. Dios
quiere el consentimiento de María, permite las dudas de María aclarándolo todo
con su Ángel. Y con el “Si” de María empieza a cambiar el mundo.
3.
En el contexto actual
¿Qué
admiras de María en este texto?
Dios
quiere también tu colaboración para salvar el mundo. ¿Qué es lo que Dios pide
en este momento de cada uno de nosotros? ¿Eres capaz de contestar como María:
“Que me suceda como tu dices”?
Hoy
oramos un rosario en familia. A las 12:00pm. puedes seguirme en Facebook: @Parroquia
San Pedro Apóstol de Caravelí.
Voy a
consagrar la Prelatura de Caravelí y a todos que se nos unen en oración a la
Virgen de Guadalupe. Ella dijo a San Juan Diego, preocupado por la enfermedad
de su tío: “No se turbe tu corazón… no estoy yo aquí, que soy tu Madre?”
Aquí
está la oración de Consagración que propone la Conferencia Episcopal Peruana:
Oración
a la Virgen de Guadalupe
Santísima
Virgen María de Guadalupe, Madre del verdadero Dios por quien se vive.
En
estos momentos, como Juan Diego, sintiéndonos “pequeños” y frágiles ante la
enfermedad y el dolor, te
elevamos nuestra oración y nos consagramos a ti.
Te
consagramos nuestros pueblos, especialmente a tus hijos más vulnerables: los
ancianos, los niños, los enfermos, los indígenas, los migrantes, los que no tienen
hogar, los privados de su libertad.
Acudimos
a tu inmaculado Corazón e imploramos tu intercesión: alcánzanos de tu Hijo la
salud y la esperanza.
Que
nuestro temor se transforme en alegría; que en medio de la tormenta tu Hijo
Jesús sea para nosotros fortaleza y serenidad; que
nuestro Señor levante su mano poderosa y detenga el avance de esta pandemia.
Santísima
Virgen María, “Madre de Dios y Madre de América Latina y del Caribe,
Estrella de la evangelización renovada, primera discípula y gran misionera de
nuestros pueblos”, sé
fortaleza de los moribundos, consuelo de quienes los lloran; sé caricia
maternal que conforta a los enfermos; y para todos nosotros, Madre, sé
presencia y ternura en cuyos brazos todos encontremos seguridad.
De tu
mano, permanezcamos firmes e inconmovibles en Jesús, tu Hijo, que vive y reina
por los siglos de los siglos. Amén.
Prelatura de Caravelí (P. Reinaldo
Nann, Obispo)
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