Después de la declaración del estado de emergencia
nacional que regirá desde el 16 de marzo y por 15 días, tenemos que actualizar
nuestras medidas de prevención en la Prelatura de Caravelí:
Ø Mientras dure el estado de emergencia nacional (15 días) en ninguna
parroquia y en ningún sitio del territorio de esta Prelatura se celebrarán
misas o liturgias públicas (con asistencia de fieles). Solo lo podrán hacer los
conventos para los que viven dentro del convento. Se suspenden todas las
reuniones, jornadas, catequesis de las parroquias. Esto incluye nuestro
encuentro de catequistas rurales en Lomas.
Sin embargo, los fieles necesitan ahora mas que nunca
nuestro apoyo espiritual. Piensen en grandes Santos, que en los tiempos de la
peste no dudaron en ayudar a los enfermos, muchas veces arriesgando su propia
vida como Carlo Borromeo o Daniel Deveuster en la isla de los leprosos de
Molokai.
Por eso decreto lo siguiente:
1.
Que se mantengan abiertas las iglesias todo el día.
Los fieles que buscan allí un refugio para su oración personal no deberán
encontrar las puertas cerradas. La presencia del párroco en su pueblo es un
testimonio de fe.
2.
Si hay un muerto, no se podrá hacer su misa de cuerpo
presente en el templo. Pero si el responso en la casa del difunto y también el
acompañamiento del féretro al cementerio, siempre cuando no lo prohíban las
autoridades locales.
3.
Que se siga administrando la comunión a los enfermos.
Para mi esto es un “producto de primera necesidad”. Igualmente se administre la
comunión individualmente al fiel, que lo pide dentro del templo y a cualquier
hora. Si es individual puede ser administrado en la boca o en la mano, siempre
lavándose las manos el ministro antes y después con jabón o alcohol. Se puede
usar el ritual breve de la comunión de los enfermos.
4.
Cada Párroco procure de celebrar la misa a solas y
filmarla, si es posible todos los días. Procure que salga en las redes sociales
o en la radio o televisión local. Nuestra gente necesita mensajes de fe y
esperanza. Ahora más que nunca llamen a sus fieles por teléfono, por mensaje,
por redes sociales. Muchos estarán solos y aislados en sus casas. Necesitan el
acompañamiento de la iglesia en estos momentos.
5.
Doy permiso, que los sacerdotes puedan escuchar
confesiones por teléfono.
6.
Elaboremos para los días domingos celebraciones
familiares con su comunión espiritual y hagámosles llegar por email o wassap a
nuestros fieles, para que cada familia se convierta en iglesia hogar, como fue
en los primeros siglos del cristianismo. Ahora las familias tienen tiempo para
la oración en familia, que lo aprovechen como una gran oportunidad.
7.
Nuestros comedores para los ancianos también deberían
seguir funcionando, sin aglomeración de los ancianos sino recogiendo la comida
individualmente o entregándola a su
casa.
Espero que con estas medidas podemos crear un poderoso
movimiento de oración y acompañar a nuestro pueblo espiritualmente en estos
momentos difíciles. Con el tiempo podemos intercambiar y enviar mas materiales
de apoyo a nuestros fieles.
Sobre la semana santa me pronunciaré más adelante. Hay
que esperar si se prolonga el estado de emergencia nacional o no.
Que Dios nos ayude, bendiga y proteja
Les desea Su Padre Obispo Reinaldo Nann
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