Lectura
del santo evangelio según san Lucas 17,7-10
En aquel tiempo, dijo el
Señor: Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o como pastor;
cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En seguida, ven y
ponte a la mesa" ¿No le diréis: "Prepárame de cenar, cíñete y sírveme
mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú" ¿Tenéis que estar
agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo vosotros: Cuando
hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres siervos, hemos
hecho lo que teníamos que hacer."
Reflexión
del Evangelio de hoy
Dios creó al hombre
incorruptible
El telón de fondo de la
primera lectura es la suerte que corren los justos y si es igual que la de los
impíos. ¿Van todos al seol, a un lugar común? Un primer apunte en el Antiguo
Testamento del distinto final para unos y para otros lo encontramos en el libro
de los Macabeos donde se nos habla de la resurrección de los justos. Pero
es en este libro de la Sabiduría donde se nos dice con claridad qué será de los
justos: “La gente pensaba que eran castigados; pero ellos esperaban seguros la
inmortalidad. Sufrieron un poco; recibirán grandes favores”.
Jesús, nuestro Maestro y
Señor, llena de luz nuestros interrogantes sobre el destino final de sus
seguidores. “Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí aunque muera
vivirá; y todo el que cree en mí no morirá para siempre”. Nuestra meta final no
es la muerte, el fracaso, la nada… es la vida y la vida en plenitud. Estamos
enrolados en una historia de salvación y no de perdición, en una historia que
termina bien, en el gozo de la total felicidad.
La
paga de un buen Padre a sus hijos
Jesús para resaltar
ciertos aspectos, a veces, en sus parábolas pone unos ejemplos que no se
corresponden con nosotros en todos los aspectos. Nosotros con Dios nunca
estamos en la postura de criados, de siervos, respecto a su señor. Ante Dios
somos sus hijos. Es una relación de hijos con su Padre. Desde esta perspectiva
debemos ver la enseñanza que nos quiere transmitir Jesús en la parábola de hoy.
Cuando nos portemos como hijos, cuando hayamos hecho todo lo que nuestro buen
Padre Dios nos indica… no tenemos que gloriarnos ante él de lo bien que hemos
hecho todo, no podemos pedirle que nos sirva la cena y se ponga a nuestro
servicio… Ante Dios, no se trata de derechos, de exigencias. Nuestra relación
con él va por otro camino. Va por el camino de las relaciones de un buen Padre
con sus hijos y la de unos hijos con su Padre, del que hemos recibido todo:
nuestra vida, nuestros talentos… “Cuando hayamos hechos todo lo que teníamos
que hacer” (e incluso cuando fallemos en nuestra labor de hijos), Dios, nuestro
Padre, nos seguirá dando el premio de su amistad, de su amor, de poder
disfrutar de su presencia todos nuestros días. ¿Podemos recibir una paga
mejor?
Fray Manuel Santos Sánchez
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
Convento de Santo Domingo (Oviedo)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/14-11-2017/
No hay comentarios:
Publicar un comentario