“Madre, eh ahí a tu hijo”... “Ahí tienes a tu Madre”. |
Mons. Juan Carlos Vera Plasencia MSC y
P. Lino de La Cruz García, pidieron al P. Víctor Livori, Director de las Obras Misionales Pontificias en el Perú, para que visitaran a nuestra Prelatura las
reliquias de San Juan Pablo II, con ocasión de la Semana Pastoral y la Apertura
del Año de la Vida Consagrada. Petición que fue acogida con benevolencia, lo
cual generó gran expectativa y alegría entre los sacerdotes, religiosos,
religiosas, seminaristas y toda la población de Caravelí.
Tal es así que llegado el viernes 17 a las 10:00 am., inició
la procesión presidida por nuestro Pastor en el Seminario Menor de Caravelí llevando
la reliquia de nuestro amado Papa peregrino, por las calles de la ciudad
Caravelí. Algunos feligreses derramaban lágrimas de regocijo, otros movidos por
la emoción improvisaron significativos altares en las esquinas de las calles
para venerar a dicha reliquia.
Esta procesión con las reliquias de san Juan Pablo II, Papa culminó en la
Iglesia Catedral, donde fue recibido por la Patrona de la ciudad, la Virgen del
Buen Paso, cuya imagen fue bendecida por el Papa Juan Pablo II en su visita a
la ciudad de Arequipa, el año 1988, como recordó nuestro Obispo.
Mons. Juan Carlos, parafraseando las palabras de
Jesús en la cruz, dijo refiriéndose a la Virgen del Buen Paso: “Madre, eh ahí a
tu hijo”. Y luego refiriéndose al Papa mariano: “Ahí tienes a tu Madre”. Al
finalizar, el Obispo agradeció a Dios por la oportunidad de tener entre
nosotros a esta valiosa reliquia. También resaltó el fervor religioso que
demostró la población caravileña con su participación y devoción a un Santo de
nuestra Iglesia universal.
Oración
a San Juan Pablo II
¡Oh San Juan Pablo,
desde la ventana del Cielo dónanos
tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y
guiado,
animándola a caminar con coraje
por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han
sido tu gran pasión.
Concédeles volver a soñar, volver
a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la
vida en la tierra.
Bendice las familias,
¡bendice cada familia!
Tú advertiste el asalto de
Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de
|
Cielo, que Dios encendió sobre la
tierra.
San Juan Pablo, con tu oración
protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero,
todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la
guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que
seamos incansables sembradores de paz.
¡Oh! San Juan Pablo, desde la
ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos
nosotros la bendición de Dios.
Amén.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario