Nueva Evangelización: Preguntas y respuestas

Benedicto XVI ha unido una vez más la agudeza y el realismo del sabio, con sus reflexiones sobre los cambios culturales de nuestro tiempo que requieren una Nueva Evangelización, con la pedagogía del maestro, que clarifica los conceptos y nos explica, como quien despliega un mapa y señala un itinerario, cuál es el gran desafío de la Iglesia de hoy.

Si resumimos algunas de las cosas que el Papa ha dicho a base de preguntas y respuestas, nos quedarían claras algunas cuestiones fundamentales como estas:

¿Qué es la Nueva Evangelización?

“El término nueva evangelización alude a la exigencia de una renovada modalidad de anuncio, sobre todo para quienes viven en un contexto, como el actual, en el que los desarrollos de la secularización han dejado pesadas huellas también en países de tradición cristiana”.

¿Por qué urge hoy esta Nueva Evangelización?

“Subrayar que en este momento de la historia la Iglesia está llamada a realizar una nueva evangelización, quiere decir intensificar la acción misionera para corresponder plenamente al mandato del Señor”. La nueva situación que ya el Concilio Vaticano II presentó como un cambio cultural, y que “ha creado una condición inesperada para los creyentes, requiere una atención particular por el anuncio del Evangelio, para dar razón de la propia fe en situaciones diferentes del pasado”.

¿Pero, en qué consiste concretamente esta nueva cultura, que exige una Nueva Evangelización?

El Papa señala cuatro síntomas:

- La exclusión de Dios de la vida de las personas,

- Una generalizada indiferencia con respecto a la misma fe cristiana, hasta el intento de marginarla de la vida pública.

- El drama de la fragmentación que ya no permite tener una referencia unificadora.

- La proliferación de personas que desean pertenecer a la Iglesia, pero que están fuertemente afectadas por una visión de la vida en contraste con la fe.

¿Y cómo afrontar un reto así de arduo?

Termina el Papa diciendo que “la misión no ha cambiado, así como no deben cambiar el entusiasmo y el valor que movieron a los Apóstoles y a los primeros discípulos”.