Lectura
del santo evangelio según san Mateo 8,5-11
En aquel
tiempo, al entrar Jesús en Cafarnaún, un centurión se le acercó rogándole:
«Señor, tengo en casa un criado que está en cama paralítico y sufre mucho.»
Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo.»
Jesús le contestó: «Voy yo a curarlo.»
Pero el
centurión le replicó: «Señor, no soy quien para que entres bajo mi techo. Basta
que lo digas de palabra, y m¡ criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo
disciplina y tengo soldados a mis órdenes; y le digo a uno: "Ve", y
va; al otro: "Ven", y viene; a mi criado: "Haz esto", y lo
hace.»
Al oírlo,
Jesús quedó admirado y dijo a los que le seguían: «Os aseguro que en Israel no
he encontrado en nadie tanta fe. Os digo que vendrán muchos de oriente y
occidente y se sentarán con Abrahán, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.»
Reflexión
del Evangelio de hoy
Caminemos
a la luz del Señor
Es un
precioso canto que traza el sueño profético de una paz universal que surge de
la experiencia de Dios, e inspirándose en las peregrinaciones que el pueblo
hacía a Jerusalén, nos habla de muchos pueblos encaminados al templo del Señor,
la morada de Yahvé. ¿Quién tiene tanto poder de convocatoria, de atracción? La
Palabra de Dios que nace de Jerusalén. Y este mismo Dios es el gran maestro y
juez de la historia de los hombres; ante Dios se superan todas las banderías,
nacionalismos y visiones ideológicas de la vida. Aceptar a Dios, sus mandatos y
caminos, y tratar de vivir en consecuencia tiene como fruto granado la paz,
que, por definición, es tiempo de salvación. Por tanto, ponerse a caminar a la
luz del Señor es lo mismo que apostar por la construcción pacífica de la
historia humana. Y caminar no tanto para llevar ofrendas al templo o satisfacer
alguna promesa, sino para recibir la luz de Dios, para recibir su orientación
en el camino de la vida. Del templo de Yahvé dimana la paz y reconciliación
entre todos los pueblos, expresada con trazos poéticos al tornarse las espadas
arados y de las lanzas podaderas.
Basta que
lo digas de palabra
El texto
nos traslada el encuentro de Jesús con un pagano; éste es un centurión que se
acerca a Jesús con respeto y sobrado de confianza, o al menos así lo indican
sus gestos. Relato, por otra parte, de inmensa ayuda para la fe de la
comunidad. El centurión recaba la acción de Jesús para su criado enfermo, hace
gala de confianza en el Maestro y hasta tiene el detalle de evitarle ir para
eludir la contaminación en la que incurría un judío al entrar en casa de un
pagano. La total confianza del centurión en el poder sanador de Jesús tiene la
respuesta esperada, pero no solo la curación de su criado, sino la ponderación
de Jesús que aprovecha esta ocasión para subrayar la fe del pagano y decir así
que éstos entran en la comunidad de los discípulos. Y éste es el mejor recurso
de nuestro pueblo de Dios: la fe activa en Jesús Salvador y en su fuerza
redentora. De este modo la comunidad sí tendrá vida y abundará en mensajes de
esperanza tan necesarios en el seguimiento del Maestro, consolidándose así
nuestra condición de testigos del Reino de Dios.
Francisco
Javier, navarro y misionero de raza, excelente testigo en el camino de la
esperanza que apenas hemos reiniciado: porque la Palabra crea vida.
Hay que
tener confianza en Dios porque Él tuvo confianza en nosotros.
Hay que poner nuestra confianza en Dios puesto que Él la ha puesto en nosotros.
(Charles Peguy)
Hay que poner nuestra confianza en Dios puesto que Él la ha puesto en nosotros.
(Charles Peguy)
Fr. Jesús Duque O.P.
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
Convento de Santo Domingo de Scala-Coeli (Córdoba)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/3-12-2018/
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