Grano de mostaza |
Hoy consideramos uno de los textos más enigmáticos del
Nuevo Testamento. En realidad, las "montañas" y "árboles"
que remueve la fe son los que obstaculizan nuestra vida. Éstos son, casi
siempre, mucho más importantes que los que figuran en los mapas.
El acto de fe no es convencerse de una idea o atribuir un
poder a la fe, sino que consiste en confiar en que Dios está ahí y puedo
ponerme en sus manos. Entonces desaparecerá la "montaña". El Señor
emplea también el símbolo del "grano de mostaza", que siendo el menor
de todos los granitos, acaba convirtiéndose en un árbol en el que anidan los
pájaros. Este grano de mostaza es un profundo símbolo de la fe: alberga, por
una parte, la pequeñez (que me empobrece), pero también la potencialidad del
crecimiento. La fe es, sobre todo, una semilla de vida.
—Sólo seré un verdadero creyente cuando la fe sea una
semilla viva que crece en mi interior, y sólo entonces transformará realmente
mi mundo aportando algo nuevo.
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