Lectura
del santo evangelio según san Lucas 17, 7-10
En aquel
tiempo, dijo el Señor: «Suponed que un criado vuestro trabaja como labrador o
como pastor; cuando vuelve del campo, ¿quién de vosotros le dice: "En
seguida, ven y ponte a la mesa"? ¿No le diréis: "Prepárame de cenar,
cíñete y sírveme mientras como y bebo, y después comerás y beberás tú"?
¿Tenéis que estar agradecidos al criado porque ha hecho lo mandado? Lo mismo
vosotros: Cuando hayáis hecho todo lo mandado, decid: "Somos unos pobres
siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer."»
Reflexión
del Evangelio de hoy
Robustos
en la fe, en el amor y en la paciencia
San Pablo
da consejos a Tito en esta carta sobre la sana doctrina, y las actitudes que la
acompañan desde la coherencia. En ella le pide que enseñe a los ancianos para
que sean robustos en la fe, en el amor y en la paciencia.
Porque la
fe puede ser fácil de perder si no se alimenta de la sana doctrina, la que
Jesús predicó, y nos dio como salvación. Y la fe por otra parte requiere ser
compartida y mostrada con gestos claros de amor. Una fe sin caridad es una fe
vacía, sin contenido. Pero para mostrar nuestra fe, que necesita del amor, se
requiere de la paciencia. Una virtud escasa en este tiempo donde la inmediatez
se ha vuelto una exigencia: “Si todo no nos es dado ahora mismo, entonces
carece de sentido”. Haciendo así de la espera una cuestión irrealizable.
¿La
paciencia es una virtud perdida? Puede serlo si sólo miramos a nuestras
necesidades personales como la única forma de relación. La paciencia se pierde
si no sé esperar el tiempo de mi hermano, a su acontecimiento, a su presencia.
Una fe
robusta, impregnada de gestos de amor, destierra todo tipo de odio, actitudes
chismosas y todo tipo de vicios. No tiene por qué estar referido sólo a las
ancianas, como lo refiere San Pablo, en el contexto de esta carta.
Una buena
enseñanza para la juventud es la búsqueda de ideas justas, presentando modelos
de hombres y mujeres donde la justicia sea una causa primera por la que luchar.
El
Evangelio termina con esta frase: ”hemos hecho lo que teníamos que hacer”. Es
el momento del tiempo cumplido, de la promesa compartida, de la esperanza que
no acaba. La conciencia nos puede pedir cuentas cuando nos alejamos de la fe,
cuando nos alejamos del amor, y cuando perdemos la paciencia. Son tres virtudes
que se acompañan mutuamente en el seguimiento a Jesús de Nazaret.
Fr. Alexis González de León O.P.
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
Convento de San Pablo y San Gregorio (Valladolid)
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/13-11-2018/
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