“La
lámpara se enciende para que los que entran tengan luz”
Lectura del santo evangelio según san
Lucas 8,16-18
En
aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: «Nadie enciende un candil y lo tapa con
una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los
que entran tengan luz. Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada
secreto que no llegue a saberse o a hacerse público. A ver si me escucháis
bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree
tener.»
Reflexión del Evangelio de hoy
Desde
que Jesús, al comenzar su vida pública, acude a Nazaret, entra en la sinagoga y
dirige a sus paisanos unas palabras sobre el texto de Isaías que se ha
proclamado, deja meridianamente clara su misión y a quiénes quiere tener como
predilectos, primeros y más importantes miembros del Reino de su Padre, Dios,
que va a instituir. Estos serán los pobres, los que no tienen, los necesitados
de liberación del tipo que sea, los oprimidos, los injustamente tratados, los
que no pueden defenderse, todos aquellos que, de una u otra forma, sufren.
¿Porque son mejores que sus opresores? No. Por indefensos, por pobres, porque
no tienen a quién acudir. Moralmente, lo normal es que se parezcan bastante a
los demás. Pero, éstos tienen quien los defienda y dónde agarrarse; aquéllos,
no tienen a nadie. Pensad en la Viuda de Naim; en los leprosos y ciegos a la
vera de los caminos; endemoniados; paralíticos; mujeres; niños; etc.
Jesús, en sus parábolas, nos pinta a su Padre con el rostro de la misericordia y compasión, dispuesto siempre a ejercerlas con todos, pero muy particularmente, con los pobres. Repito, no porque sean más merecedores que los demás, sino por desvalidos, porque necesitan Alguien que les haga justicia.
Jesús, en sus parábolas, nos pinta a su Padre con el rostro de la misericordia y compasión, dispuesto siempre a ejercerlas con todos, pero muy particularmente, con los pobres. Repito, no porque sean más merecedores que los demás, sino por desvalidos, porque necesitan Alguien que les haga justicia.
Jesús
y “el que tiene”
¿Cómo
hay que entender, entonces, las palabras hoy de Jesús que, aparentemente,
contradicen lo que acabamos de afirmar? “Al que tiene se le dará”, no significa
que al rico se le acrecentará su riqueza; al sano, su salud y a los que viven
humanamente bien, su bienestar. Y, “al que no tiene se le quitará hasta lo que
cree tener”, tampoco significa que al pobre y desvalido se le despojará de lo
poco que tiene para malvivir. Estas frases están introducidas por ésta: “A ver
si me escucháis bien”, como poniéndonos en guardia para que seamos cautos e
interpretemos correctamente lo que nos va a decir.
Espiritualmente
hablando, lo primero, en boca de Jesús a Nicodemo, es nacer de nuevo, abrirse a
la gracia, sentir el don de la filiación. Pero, “el que tiene la gracia”, acaba
de nacer, espiritualmente es un infante que tiene que crecer y desarrollarse.
De ahí que, al que tiene la base, la gracia, la fe, se le irá dando más con los
sacramentos, con la oración y la vida sobrenatural. Y, aquel que incluso
teniendo conocimientos humanos, dotes, destrezas y saberes, carece de la
gracia, espiritualmente es “el que no tiene”, por eso lo que cree tener,
pensando en eternidad, no le servirá para nada.
Así
se entiende mejor el primer consejo de Jesús: Procuremos tener luz, ser luz,
porque nadie da lo que no tiene. E intentemos iluminar, no guardarnos la luz,
sino, con mucho respeto, para no deslumbrar, ponerla al servicio de todos
aquellos que no gocen de lo que nosotros poseemos. Y hagámoslo con sinceridad y
transparencia, porque al final “nada habrá oculto que no llegue a descubrirse;
nada secreto que no llegue a saberse”.
¿Me
preocupo de iluminar, de que la luz brille y resplandezca sin ofuscar, sin
ofender, sin deslumbrar?
¿Me
he percatado de que, antes que con palabras y consejos, hay que iluminar con
vida y conducta?
Fray Hermelindo Fernández Rodríguez
La Virgen del Camino
La Virgen del Camino
https://www.dominicos.org/predicacion/evangelio-del-dia/hoy/
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