Hoy, la liturgia de este domingo, llamado
"Gaudete", nos invita a la alegría, a una vigilancia no triste, sino
gozosa. "Gaudete in Domino semper" —escribe san Pablo—.
"Alegraos siempre en el Señor" (Fl 4,4).
Hoy, además, la Palabra de Dios nos presenta al Santo
Precursor de Jesucristo: san Juan Bautista. Dios Padre dispuso preparar la
venida, es decir, el Adviento, de su Hijo en nuestra carne, nacido de María
Virgen, de muchos modos y de muchas maneras (Carta a los Hebreos 1,1): los
patriarcas, los profetas y los reyes prepararon la venida de Jesús... Pero san
Juan Bautista, como dice la liturgia (Prefacio de su fiesta), lo pudo señalar
con el dedo, y le cupo —¡misteriosamente!— hacer el Bautismo del Señor. Juan
fue el último testigo antes de la venida. Y lo fue con su vida, con su muerte y
con su palabra.
—Oigamos hoy su palabra, que nos exhorta a compartir lo
que tenemos y a respetar la justicia y la dignidad de todos.
Comentario: Cardenal Jorge MEJÍA Archivista y Bibliotecario
de la S.R.I. (Città del Vaticano, Vaticano).
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